Seguramente la militancia priísta se hubiera reído si en sus tiempos de mayor poderío, a alguien se le hubiera ocurrido pronosticar que el Revolucionario Institucional caería en el fracaso absoluto, en el sótano, sin tener ni una sola gubernatura porque todas se las arrebató el partido actualmente oficial y a los pocos militantes que le quedan y que han aceptado representaciones diplomáticas en el extranjero, nada les importa que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, haya subido a las redes sociales la amenaza de que la exobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich y el exmandatario de Campeche, Carlos Miguel Aysa, puedan ser expulsados del otrora poderoso partido.
La exmandataria estatal seguramente está de “manteles largos”, ya que uno de los consulados mejor pagados es el de Barcelona, así que Pavlovich tendrá “casa, comida y sustento” asegurados. Por lo que respecta a Carlos Miguel Aysa, hay que señalar que el golpe fue más duro para el dirigente priísta porque era uno de sus hombres más cercanos a quien dejó como su sucesor cuando se lanzó a buscar la dirigencia del ahora desmoronado partido.
De tal forma que al derrumbe del Revolucionario Institucional, sin duda mucho ha contribuido “Alito” Moreno, que todavía ha utilizado al desahuciado instituto político para poner candidatos a su gusto, pero, y aquí viene la pregunta: ¿a quién le puede importar a estas alturas obtener una candidatura de un partido que va en picada? El actual panorama nos dice que la única que podría tener la oportunidad de retener el estado de Hidalgo, es Carolina Viggiano, priísta de muchos años que ahora necesita del asidero que le brinda el PAN para alcanzar la victoria.
Lo que más llama la atención, es que en medio de esta dura crisis que vive el Revolucionario Institucional, “Alito” al parecer no pudo “amarrar” los acuerdos necesarios con quien tenía que hacerlo, pero aun así, se autodestapó ante lo que queda de su militancia como el candidato presidencial de la oposición.
Aquí habría que destacar varias cuestiones: ya desde ahora, Moreno Cárdenas tiene a varios rivales a su alrededor que quieren exactamente esa misma posición: Ricardo Anaya por citar solo un ejemplo, y en el caso de que el exgobernador campechano decidiera ir únicamente con el PRI, pues el desencanto vendría al corroborar que iría muy solo, porque dentro de dos años, el Revolucionario Institucional habrá terminado de desmoronarse.
También están las pugnas internas que, al igual que otros partidos, vive el PRI, y aunque el gobernador Omar Fayad aseveró que luego de una prolongada conversación con el campechano, se resolvieron las diferencias, lo cierto es que estas permanecen y se arraigan en el Revolucionario Institucional.
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