Como en cualquier parte del mundo, las mayorías se imponen y en Estados Unidos, no tendría que ser distinto, los republicanos, partido en el poder y mayoría en el Senado, hicieron valer su poderío e impidieron que nuevos testigos se presentaran en el juicio político (impeachment) contra Donald Trump.
El viernes pasado el Senado aprobó por 51 votos a favor y 49 en contra, el que no hubiera nuevas declaraciones de testigo alguno con lo cual, el presidente estadunidense número 45 está por ser exonerado y este tercer juicio para remover a un mandatario en pleno ejercicio de sus funciones, quede sólo en el recuerdo.
Una mayoría suficiente en el Partido Republicano se ha plegado a los deseos de Donald Trump y ha votado el pasado viernes por la noche contra alargar las vistas con interrogatorios a testigos.
Fue una sesión tensa pero controlada por los republicanos, antes de que cada senador emitiera su voto, los líderes republicanos habían desplegado todas sus habilidades y seguido de manera puntual el “plan mayoría”.
La votación fue ajustada, de los 100 senadores, 51 votaron contra la solicitud de llamar a más testigos y 49 a favor. Los republicanos, Mitt Romney y Susan Collins, se unieron a los demócratas e independientes en su petición.
Los demócratas querían llamar a testificar entre otros a John Bolton, Consejero de Seguridad Nacional al que Trump despidió en septiembre.
La mañana del viernes a pesar de que los republicanos se sabían mayoría, el final de la jornada se veía lejana, el demócrata Adam Schiff, que ejerce de fiscal, dijo antes de la votación… “Según la defensa el presidente no puede hacer nada malo simplemente porque es el presidente. Ahí acaba su razonamiento: el presidente es el estado. Como presidente tiene el derecho divino hacer lo que le venga en gana. Que Dios nos ayude si esta estrategia triunfa”.
La defensa de Donald Trump también se hizo escuchar en voz del abogado Patrick Philbin: “En la primera fase de este proceso en la Cámara de Representantes cuando debía llamarse a todos los testigos, lo hizo, el Senado no está aquí para hacer las investigaciones que no hizo la Cámara. Aquel proceso no contó con las garantías necesarias y llegó a unas conclusiones que no se sostienen por sí solas, aquí se vio”.
El viernes se hizo historia, el juicio contra del actual presidente ha sido el único juicio de impeachment en la historia que no contó con testigos en su fase final en el Senado.
Este lunes se presentan los argumentos finales y el miércoles se votan los dos cargos que pesan sobre Trump, abuso de poder y obstrucción, la absolución está asegurada.