Columnas
En las elecciones del 2 de junio, en Guerrero se elegirán 28 diputaciones de mayoría relativa; 83 presidencias municipales; 598 regidurías; 18 diputaciones de representación proporcional y 88 sindicaturas de mayoría relativa. Así, podrán ejercer su voto 2 millones 643 mil 250 ciudadanas y ciudadanos. Sin embargo, echando un ojo a pasado reciente, será muy interesante lo que suceda en los comicios en Acapulco, Guerrero, el comportamiento electoral en el puerto, justo cuando empieza la temporada de lluvia y huracanes de este año.
A siete meses del paso del huracán “Otis”, -en octubre pasado-, que prácticamente destruyó Acapulco y Coyuca de Benítez, en el puerto hay miles de familias sin casa, sin techo, sin enseres domésticos a pesar de que se supone que ya fueron censados por el gobierno federal.
Sin embargo, hay una organización social Damnificados No Censados de Acapulco, que agrupa a más de 8 mil afiliados y cuyo vocero es Enrique Mesa, quien señala que la actual administración, los olvidó, los engaño y no los tomaron en cuenta: “nos dijeron mentiras en la cara, pero nos vemos en las urnas el próximo 2 de junio” y este es un mensaje que sin duda, el oficialismo debería de tomar en cuenta pues representa una parte de lo que se conoce como el voto del desencanto, que se manifestará en los próximos comicios.
Es bien sabido que la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, ha estado totalmente ausente en varias crisis que se han vivido en su entidad y la devastación que dejó el huracán “Otis”, no es la excepción.
La citada organización de Damnificados, han tocado todas las puertas posibles y en ninguna de ellas les han hecho caso, por lo que se han quedado en la total indefensión. El vocero Enrique Mesa, señala que, “bajo el pretexto de que estamos en veda electoral, se han lavado las manos para no ayudarnos”. Prueba de esto, son las decenas de testimonios de damnificados que han acudido a diversas instancias estatales y federales para saber cómo va su registro y, sobre, todo, cuándo recibirán la ayuda prometida.
Y como todo se ha ido precisamente en promesas, la citada organización tiene contemplado acudir a instancias internacionales como la Organización de Naciones Unidas, (ONU).
Por otra parte, el recurso de que en el país nos encontramos en veda electoral le ha servido a instancias gubernamentales para evadir un tema que debió ser atendido hace mucho tiempo, porque el discurso oficial se ha centrado en que Acapulco ya está al cien, cuando es todo lo contrario. Es un hecho que la noche del 2 de junio, al contabilizarse los votos, quedará registro del costo que tienen las promesas incumplidas, sobre todo cuando la naturaleza juega las contras y abona al voto del desencanto y la decepción.