SERGIO GONZÁLEZ
Primer acto: A finales de marzo, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, presentó su Guía Estratégica Provisional de Seguridad Nacional. El texto entero expresa la distancia del nuevo gobierno respecto del hiper nacionalismo retrógrada de la administración anterior y anuncia una renovada voluntad de reintegrarse al concierto internacional con vocación de apoyar la democracia en el mundo.
En la carta mediante la que presenta la Guía, Biden declara que cree firmemente que la democracia es la llave de la libertad, la prosperidad, la paz y la dignidad. “Ahora debemos demostrar que la democracia puede aun generar resultados para… la gente alrededor del mundo. Si trabajamos juntos con nuestros socios democráticos, enfrentaremos cada reto y derrotaremos a cada retador… Es en nuestro innegable interés propio…”
El cuerpo de la Guía anuncia los propósitos de una nueva estrategia: “Hoy, más que nunca, el destino de Estados Unidos está indisolublemente atado a eventos más allá de nuestras costas… Encaramos un mundo de nacionalismo creciente, democracia en retroceso… estados autoritarios…”
“El momento nos llama a enlazar al mundo para mantener a los Estados Unidos seguros, prósperos y libres. Requiere de una nueva y más amplia comprensión de la seguridad nacional… Demanda enfoques creativos que se nutran de todas las fuentes de nuestro poder nacional… como nuestros valores democráticos y nuestras amplias y profundas alianzas…”
Segundo acto: A finales de abril, una fuerza especial de tarea creada por tres instituciones norteamericanas fundamentales en el estudio y difusión del conocimiento sobre la democracia y las libertades: Freedom House, el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales y el Instituto McCain, publicaron un documento intitulado Revirtiendo la Marea. Hacia una nueva estrategia estadounidense para apoyar la democracia y contrarrestar el autoritarismo.
En la introducción, los directivos de las tres instituciones le toman la palabra a Biden y se duelen sobre una alarmante disminución mundial del respeto a las libertades democráticas y el aumento de la autocracia, que están poniendo en peligro la seguridad nacional estadounidense. “Quince años de retroceso de la democracia y los derechos humanos significan cientos de millones más viviendo bajo opresión. A medida que la ola de democracia retrocede, el autoritarismo aumenta. Los regímenes autocráticos han estudiado las herramientas de las sociedades abiertas y las han utilizado contra las democracias y su propio pueblo.”
Las tres instituciones sostienen que, para asegurar el futuro estadounidense, el avance de la democracia y la lucha contra el autoritarismo deben estar en el corazón no solo de la política de seguridad nacional sino en la política exterior. Recomiendan la creación de una Estrategia Nacional de Democracia para reconstruir las alianzas democráticas; fortalecer las instituciones esenciales de la democracia; contrarrestar la desinformación; abordar la corrupción y la cleptocracia; y aprovechar la política económica estadounidense para apoyar la democracia.
Avanzaré el jueves.
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