A más de un año de que la OMS declarara al nuevo coronavirus como pandemia, la interrupción de los procesos habituales han dirigido, desde entonces, una transformación que ha afectado a más de mil quinientos millones de estudiantes alrededor del mundo, enfatizando consigo, la desigualdad de condiciones y la brecha existente para el acceso a la educación como un derecho humano.
Dentro de este panorama, el impacto que ha sufrido nuestro país, planteó un desafío que nos obligó a poner en marcha el uso de plataformas y herramientas digitales, con el fin de garantizar la continuidad educativa en los distintos niveles. En ese sentido, este reto sigue presentando problemas en la actualidad, ya que, condiciones como la atención hacia los alumnos, la hiperconexión, y las condiciones personales en su conjunto, nos sitúan en un escenario en el que tendremos que atender un profundo reacomodo de roles sociales y culturales.
En virtud de lo anterior, todo parece indicar que el uso de las tecnologías de la información estableció un parteaguas para la educación, pues es un hecho que, el uso de los recursos de esta índole, se ha afianzado como un vehículo necesario e indispensable para generar ecosistemas de aprendizaje en la actualidad; por ello, puedo decir que la llegada de la pandemia aperturó un camino para capitalizar los beneficios que se han derivado de esta crisis.
De esta manera, conservar los medios colaborativos, la búsqueda crítica, la discrimación de fuentes para obtener información confiable, así como llevar a cabo un manejo eficaz en el uso de las herramientas digitales, se presenta como la antesala para desarrollar modelos que fortalezcan los procesos de aprendizaje y la educación en general.
Ahora bien, debemos tener en cuenta que, retomar las actividades presenciales, supone otro desafío de cara al aprovechamiento de los conceptos que han surgido a lo largo de estos meses, ya que, no solo tenemos que retomar la reestructuración del sistema educativo, sino que debemos conservar nuestra pertinencia en torno a la sociabilización y el manejo de las emociones de los estudiantes en un futuro.
A pesar de que la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 no ha terminado, debemos ser conscientes de que, hoy más que nunca, estamos preparados para afrontar los obstáculos que conlleva la reanudación de las actividades educativas habituales. De igual modo, quiero destacar que a pesar de las dificultades, la Universidad no se detuvo, no se detiene, ni se detendrá, pues el ímpetu del cuerpo docente, alumnos y trabajadores, constituye un impulso vital y permanente para la vida de nuestra nación.
El día de hoy, les invito a conocer más sobre este tema, a través del 96.1 FM, Radio UNAM, donde tendremos una interesante platica en punto de las 16:00 horas con el Dr. Mauricio Reyna Lara y el Mtro. Víctor Hugo Castañeda Salazar.