El próximo sábado los gobernadores del PAN: Martín Orozco, de Aguascalientes; Francisco Domínguez, de Querétaro; Carlos Mendoza Davis, de Baja California Sur; Javier Corral, de Chihuahua; José Rosas Aispuro, de Durango; Diego Sinhue Rodríguez, de Guanajuato; Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas, y Mauricio Vila, de Yucatán, se reunirán para evaluar la estrategia a seguir, luego de su rechazo a que en sus respectivos estados, se implemente el nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Al día siguiente, el domingo, estarán presentes en el Informe de Gobierno del mandatario yucateco y con ello enviarán un mensaje de unidad al seno de Acción Nacional; esto lo consideran necesario porque están convencidos de que con la extinción del Seguro Popular, el caso ha tomado un matiz político.
La transición del Seguro Popular para convertirse en el Insabi ha sido muy ardua y ha terminado por convertirse en bandera de un abierto enfrentamiento entre los mandatarios estatales del PAN y la actual administración. Sin embargo, los gobernadores albiazules que son encabezados por el hidrocálido, Martín Orozco, confían en que aun navegando a contracorriente, podrán llegar a algún acuerdo en la Secretaría de Salud, cuyo titular es Jorge Alcocer y no haya necesidad de migrar en las entidades que gobiernan, al Insabi.
Las señales que han recibido los gobernadores panistas de parte de esta cuarta transformación, no han sido las mejores para ellos. Recientemente, el senador morenista, Germán Martínez Cázares, ofreció una conferencia de prensa donde urgió a legislar para que el Insabi pueda celebrar convenios con el programa IMSS-Bienestar porque, dijo, éste último programa “funciona, atiende, salva vidas y tiene historias de éxito; mientras que el Insabi tiene corazón ‘lópezobradorista’”.
Parece ya haber quedado en el olvido, —no de los gobernadores panistas—, cuando Martínez Cázares fue dirigente de Acción Nacional, en los tiempos de Felipe Calderón y era uno de los incondicionales seguidores del expresidente ahora también expanista.
El tiempo transcurrió y colocó a cada uno en polos totalmente opuestos. Tampoco se puede soslayar que Germán Martínez fue director del IMSS, de donde renunció por las muchas carencias que, aseguró, tiene el Instituto. Regresó a su escaño en la Cámara Alta, no sin cierto temor de que la bancada de Morena en esa instancia legislativa, lo abandonara solo y a su suerte. Lo bueno es que el expanista ha trabajado mucho teniendo bajo su encargo defender diversos proyectos lópezobradoristas.
Por su parte, las senadoras panistas anunciaron que trabajan ya para modificar la Ley General de Salud específicamente en su artículo 36, para que los servicios de salud sean gratuitos.
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