El amor desde la neurociencia

Sabías qué… el cerebro tarda 0.5 segundos para quedar perdidamente enamorado de la persona ideal. No es como coloquialmente se piensa, que se produce en el corazón, aunque sí sufre las consecuencias de los compuestos químicos que libera el cerebro en todo el cuerpo como son: palpitaciones aceleradas, palmas sudorosas, mejillas sonrojadas, sentimientos de pasión y ansiedad.

Dichas reacciones dan paso a las frases célebres: “el amor es ciego”, “fue amor a primera vista”, “de la vista nace el amor” y “siempre hay un roto para un descosido”.

El amor es una expresión de buenos sentimientos que se generan a través del “Circuito de Papez”, el circuito de las emociones, que involucra varias estructuras: el cíngulo cerebral, corteza entorrinal, corteza frontal, lóbulos temporales, parte de la hipófisis e hipotálamo, entre otros. Lo que da paso a las interacciones emocionales de afecto hacia otras personas y de la capacidad de cada ser humano para responder a un estímulo afectivo.

Después de ahí influye el medio en el que se desarrolla cada ser humano y el beneplácito que obtiene por las acciones que toma. Cabe destacar que el enamoramiento es la expresión de sinapsis neuronales -el espacio entre una célula y una neurona-, que repercute en la atracción sexual, el amor romántico y, por supuesto, apego, con lo que se activan 12 áreas cerebrales, provocando la liberación de diversos neuro transmisores como la dopamina, oxitocina, adrenalina, cortisol, vasopresina, serotonina y norepinefrina.

Por mencionar algunos, la dopamina mantiene el enamoramiento, ya que esta libera una sensación de euforia, por lo que al tener la sustancia en el cuerpo, deja en evidencia el deseo cuando se menciona a la persona amada o las ganas indescriptibles de verse todo el tiempo.

Otro aliado importante del amor es la oxitocina que se libera cuando se tiene acercamiento con el ser amado e incrementa cuando están a punto de tener relaciones sexuales, en ese momento el cuerpo aumenta la presión arterial para intensificar la satisfacción.

Por su lado, la vasopresina, juega un papel fundamental, ya que es la encargada de hacer que cada aroma, sabor, contacto y el más mínimo detalle de la otra persona se quede grabado en nuestro cerebro y nos permita revivir la experiencia aun sin estar con la persona que la origina.

Es importante saber que el amor no envejece, hay otras partes del cuerpo y funciones que sí podrían irse deteriorando o dejar de producirse con el paso de los años, pero este sentimiento siempre se va a generar con la misma intensidad, ya que el cuerpo es capaz de seguir produciendo las sustancias en las mismas cantidades que en su juventud, siendo alimentado por la interacción con la persona y objetivos comunes.

Hay autores que le dan un periodo de vida de un año y dos meses como máximo, después de ahí todo se va a alimentar de afinidades. Así que a amar con todo nuestro corazón, sin olvidar que nuestro cerebro es el que manda cada una de las señales del enamoramiento en cada época de nuestra vida, sin importar nuestra edad. El amor no envejece, así que a celebrarlo. Feliz día para todos y todas.