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El deseo de Claudia Sheinbaum, como lo ha sido con el presidente López Obrador, es garantizar las condiciones para llevar a cabo los proyectos que se han vislumbrado para el nuevo ejercicio institucional que muy pronto se pondrá en marcha. Recordemos que, este primero de octubre, la ganadora de los comicios tendrá que asistir al congreso federal para formalizar la transición del poder ejecutivo. Será, por supuesto, un momento histórico el que viviremos, principalmente por el número de votos que recibió en las urnas. Para tal efecto, estamos en el proceso de organización y planeación no solamente con las figuras públicas que acompañarán a Claudia desde el gabinete legal y ampliado, sino por las acciones que seremos testigos en los primeros meses de la gestión.
El mejor ejemplo ha sido la reunión que ha tenido con los gobernadores de distintos puntos del país, lo mismo que con los ganadores de la elección que, en unos meses más, tomarán protesta en cada una de las entidades. De hecho, esas reuniones se han complementado con una serie de proyectos de obra e infraestructura que los mandatarios han ido abordando con Claudia Sheinbaum. Fue así como cada uno de ellos ha priorizado el andamiaje de propuestas que, sin duda, se concretarán. El punto más importante es que, en cada una de las entidades, aterrizará un megaproyecto que involucre a todos los órdenes de gobierno. En ese sentido, muchos servidores públicos se han enfocado en temas prioritarios de movilidad, una red carretera, lo mismo que proyectos de gran impacto que, desde luego, sean de mucha utilidad para la población civil.
Hasta ahora, la mayoría de gobernadores electos tuvo una reunión con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. Eduardo Ramírez, por ejemplo, se entrevistó con la ganadora de los comicios presidenciales. La decisión en aquella entidad, recordemos, fue una votación abrumadora a favor del Jaguar. Alrededor del 80% de quienes decidieron salir a votar el pasado dos de junio inclinaron la balanza a la causa de Morena. De hecho, el instituto electoral de Chiapas reportó un ejercicio de participación histórico que, a la postre, traerá efectos positivos, sobre todo en respaldo a las acciones que el gobernador electo ponga en marcha. En un futuro inmediato, en efecto, el sur del territorio nacional luce inmejorable para un nivel de desarrollo óptimo.
El mismo Eduardo Ramírez, a través de un proyecto integral, tiene una plataforma de gobierno para los próximos seis años una vez que tome protesta como gobernador constitucional. Se prevé, en efecto, mayor inversión en infraestructura, lo mismo que obra de calidad, eso sí, para beneficio colectivo de la población civil. De hecho, Ramírez presentó un conjunto de ideas muy atractivas a la presidente electa, Claudia Sheinbaum. Entre ellos, por supuesto, destinar un esquema de recursos históricos para los programas sociales, donde es necesario multiplicar la ayuda a los sectores más vulnerables. Eso, además de coadyuvar a mejorar la calidad de vida, será un detonante para aminorar los índices de inseguridad, en tanto se incorporen mecanismos como el que integrará Eduardo.
Si tomamos en cuenta la capacidad que ha demostrado Eduardo Ramírez, y la experiencia legislativa, el impulso de la economía mostrará niveles de crecimiento en los primeros meses en el sur del país, específicamente en Chiapas. En la agenda pública que ha ido abordando el gobernador electo, hay una lista larga de prioridades que, sabemos, tendrán toda la atención de la nueva administración. Hemos visto que la seguridad, como en muchas partes de México, es el rubro que mayor dedicación merece. De hecho, el mismo mandatario electo ha ido anticipando que, una vez que se implemente los mecanismos de cuidado a ese rubro, los resultados comenzarán a reflejarse, sobre todo porque la el ganador de los comicios ha convocado a la población civil a participar en todos aquellos elementos que fortalezcan todas las áreas de oportunidad.
Y alguien como Eduardo Ramírez que arrasó en la elección para elegir al gobernador de Chiapas, tiene todos los reflectores puestos en él. Su labor, que pondrá en marcha a la par del apoyo de Claudia Sheinbaum, será un detonante para impulsar el desarrollo en aquel punto del país, pues los ciudadanos, por mucho, tienen plena confianza en la capacidad que ha mostrado el Jaguar Negro. Él, de hecho, ha demostrado estar a la altura de las circunstancias para hacer posible la construcción del segundo piso de la cuarta transformación. Así lo ha expresado la labor previa que, una vez más, ha ido tejiendo Ramírez a través de los proyectos a corto, mediano y largo plazo.