Justo al cierre de los fragmentos de está columna todavía predominaba el clima enérgico en vísperas de la votación en el pleno en San Lázaro en relación a la ampliación del plazo para que las Fuerzas Armadas participen en labores de Seguridad. De hecho, la discusión en el congreso comenzó con un debate de ideas intenso como se esperaba.
Sin embargo, todo indica que no habrá contratiempos mayores más allá de una acalorada discusión que suponemos sería de esa intensidad, sobre todo por la postura que tomó el PRI quien, en San Lázaro, acompañará seguramente en la votación a Morena y sus aliados para garantizar mayoría calificada debido a que se trata de una iniciativa de reforma constitucional.
Una vez aprobado el dictamen pasará el proyecto al Senado de la República donde, desde este momento, ya trabaja Ricardo Monreal para propiciar las condiciones idóneas. De hecho, el propio coordinador de los legisladores de Morena en la Cámara Alta prometió una tarea responsable, sobre todo por el desafío que significa esta coyuntura política que, de lograrla, fortalecería todavía más la capacidad que ha demostrado él en cuatro años de ejercicio legislativo en que, los resultados, hablan por sí solos.
De hecho, en estos últimos cuatro años las habilidades políticas de Ricardo Monreal han hecho posible que, toda una agenda legislativa, haya salido adelante gracias a sus buenos oficios como interlocutor con las fuerzas de oposición. Esos hechos ayudan a dar mayor nitidez a lo que muy probablemente ocurrirá en un futuro corto. Me refiero a la aprobación de la iniciativa de modificación al marco constitucional cuya responsabilidad recaerá en Monreal para propiciar las condiciones idóneas.
Y esas condiciones son, por supuesto, muy alentadoras para Ricardo Monreal que sabe manejar perfectamente esas situaciones aun y cuando las circunstancias para resolver resulten complejas pues en sus manos ha tenido retos mayúsculos, incluso en este mismo ejercicio donde sacó adelante temas trascendentales.
Se trata nada más y nada menos que de uno de los políticos con mayor conocimiento y oficio político en este tipo de circunstancias. De hecho, eso se sintió con la visita del secretario de Gobierno, Adán Augusto al Senado; más que una charla amena, está muy claro el mensaje de fondo pues para los fines que busca el presidente en materia legislativa la pieza clave del rompecabezas es, sin duda, los atributos de Ricardo Monreal para tejer acuerdos con la oposición.
No cabe duda que eso pasará y, en consenso, saldrá el dictamen de modificación en la Cámara Alta pues hay un ánimo muy claro que ha encontrado resonancia en algunos legisladores con quienes ya cabildea Ricardo Monreal para asegurar la mayoría calificada que se necesita.
Conociendo estos atributos está cantada la aprobación más allá del clima intenso que seguramente se desencadenará en el pleno del Senado. Con ese escenario a su favor, el capital político de Ricardo Monreal se refrendará como mayor fuerza al solucionar eficazmente el planteamiento que hizo el secretario de Gobierno pues no es casualidad tantas visitas el Senado ya que, desde allí, el zacatecano hace sentir su poder político para hacer una realidad la modificación al marco constitucional.