Columnas
Este año 2025 que apenas inicia debe tener a una figura central, dentro de 363 días o antes deberíamos hablar mucho de este personaje y de su labor titánica para lograr algo que en décadas no se ha logrado sino por el contrario.
Esa figura central para este año tiene casi todo para lograrlo, especialmente un gran apoyo de quien dirige en estos momentos los destinos de la nación, además de un presupuesto significativo que casi solamente se supera con los recursos que se destinan a los programas clientelares, perdón quise decir a los programas sociales.
La potencial figura del año 2025 se supone que tiene toda la experiencia del mundo para desarrollar con éxito la tarea que le ha sido encomendada, además de un aparente prestigio o cuando menos los rumores negativos en torno a su persona no han dejado de ser eso nada más, sin un ápice de prueba en contra.
El que se supone que está destinado a ser el personaje central de 2025 además cuenta o debería de contar con el apoyo del exterior, y no es poca cosa, aunque concretamente desde Estados Unidos está por verse si ese apoyo continúa, o bajo qué condiciones.
El personaje del año 2025 tiene además detrás de sí mismo el apoyo de una tradición familiar, personajes que en su momento también estuvieron en posiciones de poder similares a las que hoy tiene, o incluso mejores, y por lo tanto lo pueden asesorar y apoyar como familiar, y personas interesadas en su beneficio en todos los sentidos.
El esperado personaje del año 2025 además vendió y obtuvo el beneplácito de su jefa para cambiar la estrategia, para modificar lo que fue a todas luces un terrible fracaso, uno más, de la administración pasada, y un fracaso que ya parece generacional.
El posible personaje del año 2025 tiene entonces todo para serlo, pero también tienen muchas cosas en contra; vientos de inestabilidad llegan desde el norte del país ya que pese a sus largas noches de pernocta en un sitio específico de aquellas tierras, no ha logrado amainarlos como quisiera.
También vienen vientos de cambio desde Estados Unidos, algunos allá querrán cobrarse las afrentas, desde el claro desprecio mostrado en el sexenio pasado, hasta la irresponsabilidad de permitir el crecimiento de criminales que con su veneno mataron a miles de estadounidenses.
Por si fuera poco, la potencial figura del año 2025 parece también tener en contra la empedernida estupidez presidencial sin importar género o color, lo que importa es no manchar su investidura; esa estupidez tiene ahora metido al poder de este país en absurdos dimes y diretes con un "simple e histórico" periódico estadounidense asegurando que no hay "cocinas" de fentanilo en México, como si con eso se terminara el baño de sangre y reguero de crímenes que dejaron los estúpidos abrazos y la estúpida guerra contra el narcotráfico.
Ojalá por el bien de México podamos decir dentro de 363 días, o antes, con la contundencia de las cifras en la mano y las noticias imparciales, más que con el discurso barato mañanero, que el personaje del año fue: Omar García Harfuch.