Columnas
Ya terminó el circo, maroma y teatro que tuvieron que montar los candidatos al Poder Judicial. Ha llegado el día de tomar la decisión: votar o no votar en este proceso de elección de los mejores perfiles para ocupar un espacio en la impartición de justicia. Según el discurso oficial, con ello se acabará la corrupción y el nepotismo.
Seguramente tú, que lees esta columna, también viste o escuchaste los resultados que presentó El Financiero el pasado lunes 26, donde se señala que las tres ministras nombradas en el sexenio anterior, claramente relacionadas con la 4T, encabezan las preferencias para ocupar la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esto no sorprende, ya que, a diferencia de los 63 candidatos restantes, ellas han estado en el centro de los reflectores desde hace meses. A esto se suma el reparto de guías que inducen al voto al incluir nombres específicos, un documento claramente sesgado que ensucia un proceso ya de por sí cuestionado. Estos hechos, junto con la forma en que se está desarrollando el proceso, podrían provocar que muchos ciudadanos no salgan a votar el próximo domingo 1 de junio, facilitando el triunfo del oficialismo.
Ahora bien, si eres uno de los indecisos que no sabe cómo participar este 1 de junio, aquí te presento dos opciones claras que te permitirán dejar constancia de tu postura como ciudadano.
La primera, que personalmente recomiendo, es salir a votar de manera informada. Aún estás a tiempo de conocer a los candidatos a través de la siguiente liga: https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx. Al ingresar tu sección electoral, la cual aparece en tu credencial para votar, podrás ver los perfiles que aparecerán en tus boletas y sus referencias curriculares. Ser conscientes de que el voto puede revertir la tendencia de apoderamiento de la SCJN por parte de perfiles afines a Morena es fundamental. Un órgano colegiado independiente siempre será favorable para la democracia, al equilibrar al Poder Ejecutivo y al Legislativo.
Pero si formas parte del grupo que considera que todo este proceso es un espectáculo mediático, que los cargos ya están asignados y que solo se busca legitimar una estructura nacida de hechos ilegítimos, tu deber es manifestarte de manera pacífica. Hazlo en tu entidad, junto con las organizaciones civiles que cuestionan la legitimidad del proceso por múltiples razones, entre ellas: la inequidad en la contienda, la infiltración de candidatos vinculados al crimen organizado, y otras denuncias que se han divulgado.
Así que tienes dos caminos: votar o no hacerlo. Es una decisión personal cuya consecuencia deberás asumir. Ambas posturas son válidas, pero los resultados los asumiremos todos. Al final del día, esto es un mandato de ley. Y aunque fue impuesto por consenso partidista, la falta de interés ciudadano y los programas sociales clientelares fueron los que dieron mayoría al oficialismo en las urnas. Todo ello, sin olvidar el gran y aplastante abstencionismo que ha caracterizado las jornadas electorales de los últimos 40 años, creando un terreno fértil para la improvisación y el control del Estado.
Debemos ser realistas: lo que vivimos es consecuencia de nuestras decisiones personales. Hemos permitido que los políticos se sientan dueños del país e impongan sus caprichos, cuando en realidad son solo mandatarios del pueblo. Por eso, este 1 de junio: sal, vota o manifiéstate, pero no te quedes en casa.
#Por_ti_por_Mexico_participa
Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública @JavierAgustinCo @Integridad_AC