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AFP
El rey Carlos III destacó el martes la orgullosa independencia de Canadá al pronunciar un importante discurso en la apertura del Parlamento en Ottawa, en medio de la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de tomar el control del país.
"La democracia, el pluralismo, el estado de derecho, la autodeterminación y la libertad son valores que los canadienses aprecian profundamente y que el gobierno está decidido a proteger", afirmó Charles, añadiendo que Canadá se encuentra en un momento crítico.
El primer ministro Mark Carney invitó a la monarca británica de 76 años -quien es el jefe de Estado canadiense- a la capital, acompañada por la reina Camila.
El rey nunca ha comentado públicamente las reiteradas declaraciones de Trump sobre convertir a Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos, pero su lenguaje fue observado de cerca para detectar referencias veladas.
Aunque el discurso fue leído por el rey como si fueran sus propias palabras, fue escrito por la oficina del primer ministro para establecer las prioridades del gobierno para "construir un Canadá fuerte" y cómo pretende lograrlas.
Además de sus amenazas de anexión, Trump también ha lanzado guerras arancelarias, dirigidas especialmente contra Canadá, miembro de la Mancomunidad Británica de 56 naciones.
"El sistema de comercio global abierto que, si bien no es perfecto, ha ayudado a generar prosperidad para los canadienses durante décadas, está cambiando", dijo Charles con cautela.
Debemos ser claros: el mundo es un lugar más peligroso e incierto que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial.
- 'Simbolismo' -
El discurso se pronunció en el Senado -una antigua estación ferroviaria que ha sido reconvertida mientras el parlamento se encuentra en proceso de renovación- con la presencia de ex primeros ministros, jueces de la Corte Suprema y líderes indígenas con tocados de plumas.
"Se ve el entusiasmo por nuestras instituciones", dijo Carney en referencia a la multitud que aclamaba al rey. "Nuestra soberanía es firme".
El "discurso desde el trono" del rey Carlos fue el primero pronunciado por un monarca en casi medio siglo. Fue pronunciado por la madre de Carlos, la difunta reina Isabel II, en 1957 y 1977.
"En términos de simbolismo, es extraordinario", dijo Félix Mathieu, profesor de política en la Universidad de Quebec en Outaouais.
El evento del martes, dijo Mathieu, fue un mensaje a Trump para mostrarle que "Canadá no está solo en esta lucha".
Carney se ha comprometido a supervisar la mayor transformación de la economía de Canadá desde el final de la Segunda Guerra Mundial para permitirle "enfrentar" a Trump.
Charles dijo en su discurso que Canadá también "construiría nuevas alianzas" y buscaría "socios comerciales y aliados confiables en todo el mundo", mientras reinvertía en su defensa militar y del Ártico.
"Canadá está dispuesto a construir una coalición de países con ideas afines que compartan sus valores, que crean en la cooperación internacional y en el intercambio libre y abierto de bienes, servicios e ideas", afirmó.
- Bienvenida festiva -
Thousands gathered along a parade route for a chance to see their monarch arriving in a carriage escorted by Royal Canadian Mounted Police horses.
The atmosphere was festive with people waving Canadian flags, a 21-gun salute and a fighter jet flypast. The king stopped several times to speak with people along a security fence before and after his speech.
Kirsten Hanson, 44, said she welcomed the king's show of support as the pressure grows from the United States.
"If there's anything that he can do to demonstrate Canada's sovereignty I think that that's fantastic," she told AFP. "Nobody wants to be absorbed into the US."
"Elbows up," said Marion Hand, 88, in reference to Carney's battle cry in the face of Trump's annexation threats. She traveled from Mississauga, Ontario for the event and was visibly giddy after a handshake with the king and queen.
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© Agence France-Presse