Filadelfia se ha convertido en un escenario decisivo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, con la ciudad desempeñando un papel crucial en el estado de Pensilvania, uno de los estados clave para la victoria en las elecciones de noviembre de 2024. En medio de un clima político polarizado, la campaña de la demócrata Kamala Harris ha apostado por movilizar a una base de votantes diversa, apelando especialmente a las mujeres, los migrantes y la comunidad afroamericana.
Durante la jornada electoral, se registró un notable esfuerzo de promotores demócratas en Filadelfia, quienes instaban a los votantes a acudir a las urnas para garantizar el triunfo de Harris. “Estamos aquí para asegurarnos de que todas las personas que apoyan a Kamala Harris voten. Si la gente vota, Kamala Harris va a ganar”, comentó Vincent DeMarco, un promotor del voto en la ciudad.
Mollie Mitchell, parte de la banda que recorrió el centro de Filadelfia, destacó que Pensilvania es clave para determinar al próximo presidente de Estados Unidos. “Pensilvania tiene más votantes que cualquier otra ciudad en todo el estado, esta es la base de Kamala, y debemos asegurarnos de que todos los votantes salgan y voten hoy por Kamala”, indicó.
Por su parte, Lili, una votante de origen puertorriqueño, expresó su apoyo a Harris, destacando no solo sus políticas sociales favorables, sino también como una forma de rechazo a las posturas de Trump. “Ese tipo no tiene vergüenza, el boricua o el hispano que vota por ese desgraciado no tiene orgullo. Harris es mejor en todo, en el cuidado de los niños, en los impuestos, en las personas que quieren comprar su casa por primera vez, y aparte de todo eso es un voto en contra de Trump”, comentó.
Los votantes republicanos, por otro lado, también demostraron una fuerte presencia en las urnas. Los discursos radicales y divisivos de Donald Trump, en los que atacó temas clave como el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y su actitud hacia la comunidad migrante, fueron un factor determinante para movilizar a muchos votantes en su contra. Lynd Bonna, ciudadana de Filadelfia, mencionó que decidió impulsar el voto tras percatarse de que el discurso de odio estaba permeando incluso en su propio vecindario. “Hay mucho enojo en ese lado (republicanos), no entiendo por qué hay tanto enojo, pero veo que usan el enojo como una herramienta para votar”, indicó.
No obstante, la jornada electoral también estuvo marcada por las acusaciones de fraude electoral lanzadas por Trump, quien en su cuenta de Truth Social aseguró que había fraude masivo en Filadelfia. "Se habla mucho de un fraude masivo en Filadelfia, ¡las autoridades ya van!", escribió. Sin embargo, estas acusaciones fueron desmentidas por Seth Bluestein, comisionado de la ciudad de Filadelfia, quien calificó sus comentarios como “falsos” y aseguró que se estaban atendiendo de manera puntual las denuncias de cualquier irregularidad. “Votar en Filadelfia ha sido seguro. Hemos estado en contacto regular con el Comité Nacional Republicano. Hemos respondido a cada reporte de irregularidades en las casillas para asegurar que los ciudadanos de Filadelfia puedan votar de forma segura”, afirmó Bluestein.
Hasta el momento, el conteo de los votos continúa en Filadelfia y otras partes de Pensilvania. Según los datos del Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida, más de 1.7 millones de personas votaron por adelantado en Pensilvania, de los cuales el 55.7% están afiliados al partido demócrata y el 32.8% al republicano, aunque esto no necesariamente implica que todos hayan votado por sus respectivos partidos. El resultado final en Filadelfia dependerá, en gran medida, de cómo se cuenten los votos por correo, que suelen ser favorables para los demócratas.
Foto por AFP