Se termina noviembre y el final de este histórico 2020, pero no por eso grato, está a la vuelta de la esquina. De cara al cierre del año veo a muchos actores económicos entusiasmados por el calendario, como si el cambio de dígito fuera a cambiar la realidad. Eso difícilmente sucederá. Si como mexicanos no logramos hacer que nuestro país sea un destino confiable para los inversionistas y sus inversiones, en 2021 seguiremos preocupados por la falta de empleos y veremos cada vez más desinversiones.
1. Se nos acaba la recuperación. Se cae a pedazos la recuperación en forma de “v” que tanto publicitó el Presidente López Obrador pues ninguna de las variables está ni cerca de regresar al valor que tenía previo al impacto de la crisis y, peor aún, cada vez es más evidente que pierden fuerza y dinamismo. El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) rebotó en junio creciendo 8.8% respecto a mayo, 5.7% en julio, 1.4% en agosto y 1.0% en septiembre, con lo que nos estancamos 7.0% por debajo de lo alcanzado en septiembre de 2019.
2. La razón y el outsourcing. Se realizó el “parlamento abierto” al que convocó la Cámara de Diputados para discutir la eventual reforma al sistema de outsourcing, contando con la participación de 70 expertos divididos en 3 mesas temáticas, y “algo” debió suceder que, contrario a lo programado, ya no se discutió este jueves en el Congreso la reforma anunciada por el Presidente al sector. Si ese “algo” tiene que ver con de verdad haber escuchado a los especialistas y empresarios, el poblano Ignacio Mier se estará anotando una estrella, de esas que en los dos últimos años han sido muy escazas, en su rol de coordinador de los diputados de Morena.
3. Desinversión. Normalmente es complicado explicar a cabalidad lo que tal o cual indicador económico implica o cómo esas implicaciones afectan la vida de millones de mexicanos; sin embargo, hay veces que ciertas noticias sí logran transmitirlo y ese es el caso de los anuncios hechos por la norteamericana BestBuy, en el sentido de que cierra sus operaciones en México, y la suiza Novartis, que cierra su planta en México dado el golpeteo gubernamental contra la industria farmacéutica y su clara intención de comprar fármacos extranjeros. Si alguno compró la salida gubernamental de que no importan los negocios privados y por eso no se les apoya, entonces que me digan qué va a pasar con la gente que trabaja ahí.
4. China, de lujo y en Tesla. Impulsada por la demanda de bienes de lujo generada en China, donde a finales del año pasado brotó la pandemia del COVID19 y fue la primera economía en colapsar, pero que va a cerrar este año con un crecimiento del orden del 2% (mientras México caerá entre el -8% y el -10%), la empresa Tesla creció 550% y su valor de mercado en 2020 rompió la barrera de los 500 mil millones de dólares. ¿Cómo vamos en México en eso de apoyar la ciencia, investigación y la vinculación con el sector productivo?
5. Siembra vientos y cosecharás tempestades. Quienes creen que en cuanto termine el año e inicie el 2021 todo mejorará, pueden llevarse una nada grata sorpresa. Es tal la incertidumbre que genera la economía mexicana que incluso Banco de México, en su actualización de perspectivas sobre el crecimiento de la economía mexicana, cierra el pronóstico para el agonizante 2020 en un rango entre -8.7% y -9.3%, pero para 2021 abre el rango del 0.6% al 5.3%. De pronóstico reservado.