En medio de la pandemia, en Nueva York, mexicano regala comida a los sin hogar

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Lucio Jiménez, guerrerense, cocinero, mochila en la espalda pedalea su bicicleta en el barrio de Queens en Nueva York, epicentro de la pandemia del coronavirus y en donde han muerto cerca de 5 mil personas y hay alrededor de 140 mil infectados.

Es la tarde de cualquier día de la peor crisis de salud en la historia reciente de Estados Unidos y del mundo. El joven de 30 años acaba de terminar su jornada como cocinero en un restaurante de comida rápida, de los pocos que quedan abiertos y ahora está en busca de los llamados homeless en donde también hay mexicanos sobreviviendo en las calles.

En el Parque Flushing encuentra a un paisano que busca en botes de basura restos de comida y botellas de plástico. Lució le entrega una bolsa con comida. “Dios te bendiga”, le dice el hombre de unos 65 años quien la guarda en un carrito de supermercado donde arrastra todas sus pertenencias.

“Soy del estado de Guerrero, de la zona de la montaña, cerca de Tlapa. Tengo bastantes años que llegué a este país. Ahorita hay mucho desempleo por la pandemia en Estados Unidos, casi todo está cerrado, pero afortunadamente en el restaurante donde trabajo como cocinero sigue habiendo empleo”, comentó Lució en entrevista telefónica para ContraRéplica.

Emigró hace 13 años a Nueva York y ahora trabaja en un restaurante de Queens. “Piden mucha comida para llevar a casa y a veces sobra un poquito y me enoja tirarla, por lo que desde hace días, en que se puso más fuerte la pandemia, donde miras mucha gente sin casa, los homeless, caminando, buscando en botes de basura alguna sobra, me he dedicado a preparar sándwiches y otros platillos para regalárselos”.

“Me ayuda un amigo y compañero del restaurante, él es guatemalteco. Ponemos algunos platos con comida y saliendo del trabajo venimos buscando a esta gente que no tiene casa, que no tiene comida y de los cuales hay de todos los países, muchos son mexicanos, son latinos, que se han quedado sin nada, tal vez antes de la pandemia, pero que ahora la están pasando muy mal”.

Lucio indicó que todos los días cuando sale del trabajó conduce su bicicleta por zonas donde viven o se reúnen los homeless. “El sábado encontré a un señor mexicano buscando en la basura y le pregunté qué buscaba y me dijo que comida y botellas. Me dijo que tenía más de un día sin comer y yo le ofrecí un plato de comida”.

“Estaba muy agradecido, me daba bendiciones y le dije que le diera gracias a Dios. El señor empezó a llorar porque dijo que no había comido en todo el día. Seguimos buscando más personas, ya no traía comida, pero traía un sándwich para mí. También lo regale”.

Oriundo del municipio de Cualác, Guerrero, zona expulsora de migrantes y en donde el 84 por ciento de la población vive en pobreza y de ellos el 50.7 por ciento en pobreza extrema, Lució, cuando tenía 17 años dejó atrás a sus padres y hermanos en busca del llamado “sueño americano” que ahora señala que por la pandemia “es una pesadilla triste”.

“Es muy triste ver una ciudad como Nueva York, con tanta vida, con tantos comercios, sin gente en las calles. También te da miedo, incertidumbre en qué puede terminar todo esto, pero tengo fe en Dios de que esto pasará”.