Eric Adams, que se hizo policía para luchar contra el racismo que sufrió cuando era un joven que coqueteaba con la delincuencia, es el gran favorito para convertirse en las elecciones de este martes en el próximo alcalde de Nueva York.
En una ciudad donde 7 electores vota por el Partido Demócrata por uno al Republicano, y con los sondeos mayoritariamente a su favor, se espera que a las 21:00 (01:00 del miércoles), cuando cierren las urnas, Adams se convierta en el próximo alcalde de la mayor urbe estadounidense, con más de 8 millones de habitantes.
De cumplirse los pronósticos, Adams habrá vencido al republicano Curtis Sliwa, de 67 años, un pintoresco personaje fundador de la patrulla urbana de los benévolos "Angeles Guardianes" y amante de los gatos, para convertirse en el segundo alcalde negro de la capital financiera del país, después de David Dinkins (1990-93).
Emocionado tras depositar su voto en su barrio natal de Brooklyn, donde nació en una familia pobre, Adams considera que esta elección es una especie de revancha para aquel "chavalito" que flirteó con la delincuencia y la exclusión social, así como para los neoyorquinos de familias populares.
"Ya hemos ganado", lanzó ante la prensa mientras enjugaba sus lágrimas, con una foto de su madre en la mano: "Debido a que estoy aquí, los neoyorquinos comunes y corrientes comprenderán que también merecen estar en esta ciudad", dijo el candidato, que dejó la fuerza policial en 2006 para convertirse en senador por el Estado de Nueva York y luego en presidente del distrito de Brooklyn.
En Washington Heights, un barrio del norte de Manhattan con mucha población dominicana, los pocos votantes que ya habían acudido a las urnas a media mañana sufragaron en su mayoría por Adams.
"Espero que sea totalmente diferente al saliente (Bill de Blasio, también demócrata) y que la policía haga su trabajo ya que hay demasiada delincuencia" en las calles, dijo Iris Carreño, una dominicana de 60 años, que considera que la situación ha empeorado tras la pandemia de covid-19.
"Apuñalan a la gente por nada", aseguró.
Su compatriota María, de 50 años, dice que "uno tiene miedo de salir para ir a la bodega o al supermercado y por los hijos, que les pueda pasar algo".
Imagen: Redes