Columnas
En el 2018 el pueblo de México consolidó una larga lucha por la institucionalidad mexicana, la democratización y la construcción de un país más justo, que se forjaban bajo los principios de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo.
Cinco años han pasado desde la llegada de la Transformación y con ello, el amor, protección y la búsqueda del bienestar de las y los menos favorecidos. De quienes fuimos relegadas, silenciadas, y violentadas por una derecha que limitaba los sueños y derechos de las mujeres, porque por años, el neoliberalismo no podía concebir un México violeta, un país, que viera reflejada la participación de sus mujeres.
En la Cuarta Transformación la igualdad de género, la lucha por los derechos y la inclusión han sido una constante, prueba de ello, son Clara Brugada y Claudia Sheinbaum, mujeres resilientes que palpitan a un solo sentir, el bienestar de la gente, demostrando que la utopía no es sólo una manera de soñar mundos mejores, sino, trabajar por una realidad más justa e igualitaria para sus ciudadanos, que las mujeres podemos soñar en grande y convertirnos en la primera presidenta de México, que la oligarquía de los viejos gobiernos se ha quedado atrás; que somos agente de cambio en esta sociedad patriarcal en la que lamentablemente los estereotipos de género prevalecen. Hoy, hemos decidido romper el paradigma establecido, hemos decidido prepararnos y trabajar en la construcción de una sociedad donde todos nos podemos ver como iguales.
Quienes estamos en espacios de representación o en la búsqueda de estos, es gracias a la lucha de quienes nos antecedieron en búsqueda de la igualdad, hemos roto los techos de cristal que limitaban nuestras aspiraciones; somos las mujeres quienes nos plantamos, luchamos y vencemos, quienes nos comprometemos en la constante lucha por nuestros derechos y hoy nos convocala continuidad de la transformación, porque es la presencia de personas honestas que ven la política como un medio para generar bienestar en lugar de enriquecerse personalmente. La renuncia a privilegios y la austeridad en el ejercicio del poder son señales de un cambio de paradigma en la política mexicana, donde la ética y la responsabilidad pública están en el centro de la acción gubernamental, porque como lo he dicho anteriormente, es tiempo de las mujeres, es el tiempo de la Transformación y amor al pueblo.
María Rosete
#porlosqueamamos.