Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares en Irán, entre ellas Fordow, Natanz e Isfahán, según anunció el presidente Donald Trump a través de su red Truth Social. La ofensiva se suma al esfuerzo de Israel por frenar el desarrollo nuclear iraní, una acción que eleva el riesgo de un conflicto más amplio en la región de Medio Oriente.
Trump aseguró que se utilizó una "carga completa de bombas" en el sitio subterráneo de Fordow y celebró que todos los aviones involucrados regresaron a salvo. Además, felicitó a las fuerzas armadas estadounidenses por lo que calificó como una operación exitosa.
De acuerdo con autoridades estadounidenses e israelíes, el ataque fue realizado con bombarderos furtivos y una bomba antibúnker de 13 mil 600 kilogramos, capaz de penetrar instalaciones nucleares altamente protegidas y enterradas a gran profundidad, como las atacadas.
El mandatario calificó la operación como una “hazaña única” al afirmar que ningún otro ejército en el mundo podría haberla ejecutado. En su mensaje, agregó: “¡AHORA ES LA HORA DE LA PAZ! Gracias por su atención a este asunto”.
Este bombardeo ocurre después de que Trump advirtiera que Irán podría estar a semanas de fabricar un arma nuclear, lo que contradice la evaluación oficial de la comunidad de inteligencia de EE. UU. En mayo, la directora nacional de Inteligencia, Tulsi Gabbard, afirmó que no había pruebas concluyentes de que Irán estuviera construyendo un arma de ese tipo.
El presidente estadounidense reveló que había ofrecido un acuerdo diplomático a Teherán en los últimos dos meses, pero que el gobierno iraní no aceptó. “Deberían haber cerrado el trato. Les ofrecí un excelente acuerdo”, dijo Trump, añadiendo que ahora los iraníes buscan renegociar, aunque “ya es tarde”.
Tras difundir el ataque, Trump anunció que ofrecerá un mensaje a la nación a las 22:00 horas desde la Casa Blanca. “Este es un momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo. Irán debe ahora aceptar poner fin a esta guerra”, expresó.
Por su parte, medios iraníes como la agencia estatal IRNA, citados por Al Jazeera, informaron que en las instalaciones bombardeadas no se encontraba material radiactivo. Un funcionario de la radiodifusión iraní señaló que no había presencia de sustancias que causaran radiación, lo que podría indicar que el uranio enriquecido fue retirado previamente por las autoridades iraníes.