AFP
La detención de dos presuntos espías húngaros en Ucrania ha provocado tensiones diplomáticas entre ambos países. Tras las acusaciones de que los sospechosos habían recopilado información sobre la ubicación de los sistemas de defensa aérea en la región occidental ucraniana de Transcarpatia, fronteriza con Hungría, Budapest anunció el viernes que expulsaría a dos diplomáticos ucranianos. Ucrania, por su parte, ordenó la prórroga de dos diplomáticos húngaros.
"Por primera vez en la historia de Ucrania, el servicio de inteligencia nacional ha descubierto una red de inteligencia militar húngara que realiza actividades de espionaje en detrimento de nuestro Estado", anunció el servicio de inteligencia nacional ucraniano (SBU) en la plataforma Telegram. Según los informes, los arrestados son un hombre y una mujer de 40 años que estaban bajo el mando de un oficial de inteligencia húngaro.
Según el SBU, el hombre había recibido dinero del oficial húngaro y había intentado reclutar al menos a dos personas como informantes. También exploraron "las perspectivas sociopolíticas de los residentes locales", particularmente con respecto a "los escenarios de su comportamiento en caso de una invasión de tropas húngaras en la región".
Ambos acusados eran ex soldados. Ahora se enfrentan a cadenas perpetuas.
Budapest reaccionó rápidamente: "Hoy hemos expulsado a dos espías que trabajaban bajo cobertura diplomática en la embajada de Ucrania en Budapest", declaró el viernes el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, en la página web Facebook. También condenó las "campañas de desprestigio" de Kiev contra Budapest y la "creciente propaganda antihúngara".
En respuesta a la expulsión de los dos diplomáticos ucranianos, el gobierno ucraniano expulsó a dos diplomáticos húngaros.
En el momento del censo oficial más reciente, en 2001, aproximadamente 150.000 húngaros étnicos vivían en la región ucraniana de Transcarpatia. Las relaciones entre los países vecinos Hungría y Ucrania son tensas. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, es uno de los pocos jefes de gobierno de la UE cercanos al Kremlin y rechazan cualquier ayuda militar a Ucrania en la guerra contra la invasión rusa.
Orban acusa a Kyiv de no respetar los derechos de la minoría húngara en su país. Rechaza la adhesión de Ucrania a la UE, así como las sanciones occidentales contra Rusia.
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