Columnas
“El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo conduce a la ira, la ira al odio, y el odio al sufrimiento. Maestro Yoda, personaje de la película Star Wars)
Se atribuye al Budda histórico la frase “el sufrimiento es opcional, el dolor es inevitable.” Aunque no suena como una frase que hubiera dicho el Budda, lo cierto es que una parte central de la filosofía budista, corresponde al tema del sufrimiento.
Las cuatro nobles verdades, pilares del budismo, son: 1) El sufrimiento existe. 2) Existen las causas del sufrimiento. 3) El sufrimiento puede cesar. 4) Hay un camino para lograr que cese el sufrimiento.
El budismo en realidad no distingue esencialmente entre dolor y sufrimiento (la palabra dukka en lengua Pali podría incluso traducirse solo como “malestar” pero al mismo tiempo como “dolor” o “sufrimiento,” indistintamente) sin embargo, siguiendo la narrativa de distinguir el dolor del sufrimiento, podríamos decir que el sufrimiento es la respuesta que tenemos a las situaciones que nos causan dolor.
El dolor forma parte de la vida humana. Y no me refiero al dolor físico, sino a aquel de carácter emocional. La aversión y el apego a ciertas cosas, nos produce dolor. Y podemos “gestionar” el dolor para evitar que este produzca “sufrimiento.”
(Hablo de gestionar y no de “manejar” el dolor, porque realmente no es posible “mantenerlo bajo control”. Y no se trata de eso, sino simplemente de saber qué hacer con el dolor, cuando este se presenta en nuestras vidas, en vez de solo tratar de evitarlo o evadirlo.)
Pero hay un problema. ¿En dónde nos enseñan a gestionar el dolor? ¿En nuestras casas? ¿en la escuela? Desafortunadamente, la sociedad occidental moderna sucumbió ante la idea del racionalismo cientificista. Todo aquello que no pase por el tamiz de la razón, no existe. Por lo tanto, la educación occidental cercena despiadadamente la visión holística de lo verdaderamente humano. No se trata solo de poner clases de artes y deportes en los programas educativos (que por cierto, no estaría mal tener una planeación eficaz en estos aspectos) sino de entender que la formación del ser humano debe ir acorde con su realidad. Las emociones existen. Y lo sabemos porque todos somos capaces de sentirlas. No se puede negar su existencia, sin embargo, no se habla de ellas, no se buscaentenderlas como parte de nuestra esencia humana; pero sobre todo, no se enseña qué hacer con ellas.
Flor de Loto: La gestión de las emociones es un aspecto poco explorado en nuestras sociedades modernas. Poco se sabe, poco se conoce, y poco se hace para establecer el desarrollo sano de las personas en su aspecto emocional. Y los resultados negativos de ello saltan a la vista: violencia, inseguridad, miedo, y sufrimiento.