El lunes 9 de mayo de este 2022 empezó en el INE el complejo proceso de planeación, programación y aprobación de su proyecto de presupuesto para el año 2023. Como primer paso, se creó la ya tradicional Comisión Temporal de Presupuesto (CTP), que estará a cargo de encabezar los trabajos desde ya y hasta presentarlo al Consejo General hacia finales de agosto.
La CTP en esta ocasión estará integrada por 5 consejerías: 3 mujeres y 2 hombres. La presidirá la Consejera Claudia Zavala, con experiencia en la materia.
Se trata de un reto mayúsculo. Para 2023, el INE deberá enfrentar tres desafíos superlativos. En primer lugar, las elecciones locales de Coahuila y Estado de México en junio, sin soslayar que la segunda entidad es la del más grande padrón electoral del país. En segundo sitio, una probable Consulta Popular en agosto, pues aún no se puede saber si el ejecutivo federal o las cámaras del Congreso la solicitarán.
En tercero y quizá lo más importante, el arranque formal del proceso electoral 2023-2024, que no solo implica la elección presidencial, la de todo el Senado y la de toda la Cámara de Diputadas y Diputados, sino que será el más grande de nuestra historia democrática, tanto por el tamaño de la lista nominal respectivo como por el número de puestos en disputa.
Con oficio, la Consejera Carla Humphrey, que se incorpora por primera vez a la CTP, señaló que el momento político actual obliga a desplegar esta encomienda con especial cuidado, porque no es un presupuesto más; “es el presupuesto inmediato posterior al presupuesto más complicado y litigioso de la historia del INE.”
Fiel a sus temas y convicciones, Humphrey ofreció apoyar el fondeo suficiente y oportuno de la más amplia y segura adopción de las tecnologías en la información y comunicación para más procesos institucionales “y en especial para lo relativo a la votación electrónica, en todas sus expresiones y modalidades, en cuyo desarrollo y ejecución vamos lustros detrás de los OPLES y sobre la que todas y todos aquí conocen mi posición.”
Ofreció además compromiso verdadero con la austeridad republicana, pero garantizó actitud prudencial con la viabilidad de proyectos y programas institucionales, así como con la resiliencia misma del instituto y de todas las vertientes y expresiones de la autonomía de gestión y decisión, dispuesta en la Constitución desde 1996.
Anunció su participación en los trabajos con imaginación estratégica; también desentrañar y acotar las inercias burocráticas, a la vista tanto del Modelo de Planeación Institucional, como del Plan Estratégico 2016-2026 del INE; y que propondrá medidas y reajustes para atemperar la sobre presupuestación y el subejercicio, a los que yo llamo los demonios modernos del gasto público.
Arrancaron los trabajos. Enhorabuena. Que todo salga bien. #YoDefiendoAl_INE
@ElConsultor2