Inician reapertura de los templos católicos

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Como lo habían establecido el Gobierno de la Ciudad de México y la Arquidiócesis en la capital del país, este domingo comenzó la apertura gradual de los templos católicos, aunque se tomaron en cuenta las particularidades de cada comunidad.

Así, luego de cuatro meses, iniciaron las misas con presencia física de fieles, siguiendo las medidas de sanidad para evitar contagios de Covid-19, como el uso obligatorio del cubrebocas, la toma de temperatura a la entrada de los templos, desinfección de manos, uso de tapete sanitizante.

Además, en los templos que permitieron ya el acceso de fieles, pueden tener un aforo de 20 por ciento para garantizar la sana distancia.

En la Catedral Metropolitana, se calcula que asistieron entre 60 y 80 personas, mientras que, en la Basílica de Guadalupe, además de la misa del mediodía, los fieles pueden tener acceso a la banda desde la que observan con mayor cercanía a la Virgen de Guadalupe, lugar que cuenta con filtros de sanitización y vigilancia.

La Arquidiócesis informó que las parroquias que abrieron la posibilidad a la asistencia de fieles a misas son las que se encuentran en colonias con semáforo epidemiológico en color naranja.

De tal manera que los templos ubicados en colonias de alto nivel de contagio, señaladas con semáforo rojo, no reanudarán actividades hasta que las autoridades sanitarias lo determinen.

Así sucedió con la iglesia de San Hipólito, que permanecerá cerrada debido a que la colonia Guerrero, donde está ubicada, es una de las que presenta mayor número de contagios activos en la CDMX.

La iglesia de San Hipólito es una de las más visitadas de la Ciudad de México, especialmente los días 28 de cada mes, cuando miles de personas acuden a visitar a san Judas Tadeo.

La iglesia católica informó también que los muertos por Covid-19 serán honrados en las primeras misas que se ofrezcan al reabrir los templos, luego de meses que estuvieron cerrados.

“Las primeras Eucaristías que se celebren en este proceso de reapertura serán ofrecidas por los difuntos que fallecieron por la COVID-19, dijo la iglesia a través de un editorial de su semanario Desde la Fe.