Columnas
La noche del día de la votación presidencial en los Estados Unidos normalmente se conocer al ganador, sin embargo, para este próximo 5 de noviembre se abre la ventana para que esto no suceda y es que, un buen número de las encuetas muestran un empate, una contienda que puede decantarse para cualquier lado.
Y con esto, nos podemos ir a dormir ese martes sin saber quién gobernará durante los cuatro años venideros.
Hay que recordar que se tiene que conocer los votos emitidos por correo, los realizados días antes de la jornada y, la de los estadounidenses en el extranjero.
La posibilidad de que el martes no se alcance el resultado está basada en los estrechos márgenes de las encuestas en los siete estados decisivos en un empate técnico, con el futuro del país en manos de nuevo de unas decenas de miles de votantes de: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte.
La lucha por la Casa Blanca entre la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump, está en recta final y es que a unas semanas Estados Unidos está dividido.
Las preferencias electorales en esta atípica campaña presidencial estadounidense se han registrado como en muchas pocas veces, los republicanos postulantes de Donald Trump parecían marchan en ruta a un triunfo imparable, sin embargo, ante el relevo que hicieron los demócratas de Joe Biden por Kamala Harris, las preferencias cambiaron y mostraron un avance que llevó a la candidata no sólo a remontar la diferencia sino aubicarse por arriba.
Ambas campañas presidenciales vieron impactadas sus agendas, sus tiempos y por que no decirlo, sus expectativas y, a un par de semanas de la jornada electoral ninguna de ellas puede llamarse triunfadora.
Los votos de las minorías se han convertido, nuevamente como en cada elección, en el espacio deseado por los candidatos y cómo no sí entre los;hispanos, negros, asiáticos, árabes entre otros, están cercanos al 25 por ciento del total de la posible votación.
Ciertamente, los votantes blancos siguen representando el mayor número demográficamente hablando, su influencia ha disminuido ante el avance de las minorías. Información reciente dada para conocer por Pew Research Center,los votantes blancos son el bloque mayoritario del electorado con un aproximado 68 por ciento.
Estas votaciones sin duda son como se menciona una moneda lanzada al aire y falta poco para saber si cae del lado demócrata o republicano, lo cierto de todo esto es que la ciudadanía es la que finalmente decide, así sea por un muy escaso margen.
Estamos en la antesala se ver cómo puede ocurrir que por primera ocasión, una mujer alcance la presidencia o un muy cuestionado empresario-político repite en el cargo.
@arnc7