Columnas
El gobierno panista de Luis Mendoza, alcalde de Benito Juárez, clausuró el estadio Azul y la plaza de toros México debido a supuestas irregularidades en el tema de protección civil. La medida afecta directamente a Cruz Azul, dueño oficial de casa y actual líder del campeonato; América, equipo de Coapa que anda lejos de su terruño por la remodelación del estadio Azteca antes del mundial de 2026 y Atlante, que milita en el limbo que es laliga dizque de expansión. De inicio la medida parecería justificada, dado que no se deben programar dos eventos masivos de manera simultánea en locales contiguos (un día les voy a contar por qué se canceló el Gran Premio de México en su primera época…). Pero fueron precisamente las autoridades panistas de la pasada administración quienes autorizaron la celebración al mismo tiempo del partido Cruz Azul-Santos en el Azul y “El show de Coco” en la México. Por lo pronto ambos inmuebles permanecen cerrados y siendo un poco suspicaces podríamos pensar en una intensión oculta del panismo inmobiliario. Cabe señalar que los terrenos de la Ciudad de los Deportes son codiciados por varios grupos empresariales para construir en ellos enormes centros comerciales y habitacionales de lujo, justo lo que la ciudad más necesita.
Hablemos brevemente sobre la Ciudad de los Deportes: a principios de los años cuarenta del siglo pasado, un empresario de origen libanés llamado Neguib Simón Jalife tuvo la genial y vanguardista idea para su época de construir un gran complejo deportivo que incluiría un estadio para futbol y futbol americano, una plaza de toros (por entonces la llamada fiesta brava era considerada como un deporte), arenas para tenis y basquetbol, frontones, albercas, fosos, gimnasio y zona comercial. Se levantó en terrenos de la antigua ladrillera La Guadalupana, donde se aprovecharon las profundas cavidades que la actividad de décadas había dejado; por eso la cancha y el ruedo se encuentran bajo el nivel de la calley, por cierto, el Parque Hundido, que se encuentra muy cerca está así precisamente porque se asentó sobre los terrenos de la ladrillera La Nochebuena. Las dos obras principales, el estadio (primero en la capital hecho de concreto) y la plaza de toros, fueron inaugurados en 1944. El plan de negocios preveía que los equipos de la entonces Liga Mayor de Futbol(hoy Liga MX) que actuaban en el Distrito Federal: Asturias, España, América, Necaxa y Atlante, que aún jugaban en vetustos estadios de madera, se mudarían gustosos a la Ciudad de los Deportes, lo que permitiría financiar el resto de las obras.
Sin embargo, no resultó tal como el señor Simón Jalife lo esperaba; los equipos consideraron excesiva la renta que se les pretendía cobrar, por lo que siguieron en sus anticuados inmuebles y la lejanía del estadio lo volvía poco atractivo para el público que no se mostró muy entusiasmado de ir tan lejos (¡vaya que ha crecido la ciudad!). Como consecuencia el dinero se agotó rápidamente y el proyecto quedó inconcluso. Actualmente el estadio Azul pertenece al Grupo Brisas.