El béisbol es uno de los deportes más antiguos en la historia de la humanidad, hay registros de que en civilizaciones antiguas como la egipcia ya se golpeaban piedras con un palo con fines de diversión. Al ser tan antiguo es normal que los amantes más puristas del “rey de los deportes” quieran que esa esencia tradicional se mantenga casi intacta y eso es bueno ya que se respeta la mística de este juego que en las primeras décadas de los 1900s enamoró a México. El problema de defender celosamente las tradiciones es que muchas veces esto mata la evolución natural que deben tener las cosas. Este problema de adaptación a la tecnología no es ajeno al mundo del deporte ya hace algunos años tuvimos la polémica introducción del VAR (video asisstant referee) al fútbol mundial, aunque al principio hubo un debate sobre si su uso acabaría con la esencia del futbol con todas sus polémicas esto no fue así ya que hoy aún con sus detractores no podemos concebir el fútbol sin esta tecnología que se volvió inherente al deporte más popular del mundo. Hoy el béisbol está pasando por una polémica similar debido a la resistencia de los hombres de pantalón largo al progreso ya que cada día se hace más repetitivo en las ligas de béisbol del mundo el “robo” de señales que para las personas no tan enteradas sobre el deporte del diamante les platico que las señales son un elemento esencial ya que son básicamente señas secretas que hace el catcher al pitcher para comunicarle que tipo de lanzamiento debe hacer para que el bateador en turno no pueda conectar un batazo a la pelota. Estas señales como podrán imaginarse están a la vista de todos, en teoría son indescifrables sin embargo como reza el refrán “en la guerra y el amor todo se vale” y este deporte es una guerra en el campo de juego con mucho amor por la franela de por medio así que ya se imaginarán que no falta el vivo que se aventura a descifrar el secreto mejor guardado de cada novena. El caso más sonado internacionalmente fue cuando el equipo de Houston Astros fue castigado por durante 2017 (año en qué ganó la serie mundial) y parte de 2018 robar señales. Esta semana el equipo de Diablos Rojos del México fue acusado de robar señales durante la serie de campeonato de la zona sur de la LMB contra Leones de Yucatán. En esta columna no haremos un análisis moral sobre esta práctica lo cierto que es lamentable que teniendo tanta tecnología siga el béisbol con la arcaica práctica de señales visuales como dice el refrán “la ocasión hace al ladrón” ¿Seguirá el béisbol facilitando la ocasión?