En la Cámara de Diputados, se llevó a cabo una de las sesiones más prolongadas para que la bancada de Morena pudiera aprobar vía “fast-track” diversas iniciativas, entre ellas, la desaparición del Instituto Nacional de Salud y Bienestar, (INSABI), mismo que se creó en los inicios de la presente administración y duró solo 3 años.
El INSABI se creó para que el Seguro Popular, creado durante la gestión de Felipe Calderón, se extinguiera y daba 40 millones de consultas externas y 7 millones de consultas de alta especialidad.
El principal argumento que en la tribuna esgrimieron diputados de Morena, fue que por la pandemia de Covid-19, amén de las administraciones anteriores que se supone que propiciaban la corrupción, nunca se pudo concretar el INSABI y jamás entró en funciones.
Además se le asignó a dicho Instituto la compra de medicamentos y ese desastre resultó todavía peor por un contrato con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, (UNOPS), porque resultó excesivamente caro.
Lo cierto es que la Secretaría de Salud que encabeza Jorge Alcocer Varela, no pudo con este paquete y los diputados del partido oficial decidieron con su voto que los recursos materiales y financieros del INSABI pasarán a formar parte del IMSS-Bienestar, que no es otra cosa más que la centralización de los servicios de salud que ya existe en nuestro país.
Después de la aprobación en San Lázaro, lo que se viene son una serie de problemas operativos y legales por ejemplo, porque el tránsito de INSABI a IMSS-Bienestar como fue aprobado sobre las rodillas, no cuenta con reglas o lineamientos para hacerlo.
Otro ejemplo, entre los dilemas que se plantean está qué van a hacer los gobernadores emanados del partido oficial con la desaparición del INSABI, porque ellos entregaron la estructura de Salud al gobierno federal.
Para quienes suponen que en automático, podrán tener acceso al IMSS con la desaparición del INSABI, están en un error pues en la realidad, no estarán afiliados ni se tendrá acceso a los servicios del Seguro Social, porque se trata de una marca y esto viene a ser una dramática realidad si se toma en cuenta que de acuerdo a datos duros de abril de 2021, 33 millones de mexicanos carecen totalmente de afiliación a algún servicio de salud
A lo anterior, hay que agregar que 33.8 millones de personas están afiliada a sistemas públicos diferentes a la seguridad social, como el Insabi e IMSS.
Otro dato resulta especialmente relevante: México es de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que menos gasta en salud, destinando apenas el 2.8% del PIB, cuando 6.6% es la proporción promedio de los países que conforman este organismo internacional.
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