Hace unas semanas el Monterrey se convirtió en el ultimo club de la Liga MX en ser eliminado de la Leagues Cup durante la fase de semifinales ante el Nashville SC de la MLS, con esta derrota se cierra un negro capitulo más en la historia de la Liga MX que por el bien del futbol mexicano esperemos que no se vuelva a repetir ya que la credibilidad del balompié nacional se encuentra por los suelos y la próxima generación de niños ya no admirarán a un Rafa Márquez, Cuauhtémoc Blanco o Andrés Guardado en su lugar muy probablemente hablemos de que esta generación tendrá héroes que compitan en la pantalla de algún videojuego, en ese momento ya no habrá nada que hacer para recuperar la afición que por decisión de hombres de pantalones largos que habrán inflado sus bolsillos pero matando la gallina de los huevos de oro.
La Liga MX tiene una enfermedad que parece ser terminal esta enfermedad que aqueja a nuestro futbol tiene muchos síntomas uno de ellos es la incapacidad de poder derrotar a la selección de las barras y las estrellas, aunque en el pasado “el tri” era llamado “El gigante de CONCACAF” hoy en día ese gigante resultó ser un Gulliver que llegó al país de los verdaderos gigantes y ahora no solo cada cuatro años sino en cada Copa Oro u torneo genérico de la CONCACAF.
Un nuevo síntoma ha surgido ya que el virus se ha extendido hasta los clubes de la Liga MX que ahora con el surgimiento de la Leagues Cup ahora también los clubes estadounidenses muestran una superioridad en el pasado inexistente lo curioso es que la superioridad de la MLS por la Liga MX coincide con la próxima organización del mundial de 2026 que será organizado en conjunto por Estados Unidos, México y Canadá.
Ahora con la llegada del campeón del mundo y para muchos el mejor futbolista de la historia Lionel Messi al Inter Miami los síntomas han crecido mostrándose en la Leagues Cup con decisiones arbitrales polémicas como repetir un penal en el partido eliminatorio entre el Club América y el Nashville SC o marcando un tiro libre polémico en el debut de Messi en contra del Cruz Azul en el final del juego.
Pero hay que remontarnos a años atrás para ver el inicio de esta enfermedad que fue provocada en gran medida por decisiones como desaparecer el ascenso y descenso, el nulo interés por subir a jugadores talentosos subiendo en gran medida a los que pueden pagar para subir a primera división o permitir que más de la mitad de un equipo pueda salir al terreno de juego con extranjeros esta enfermedad se llama dinero, corrupción y falta de visión, lamentablemente no tendrá cura.