Daniela Méndez
La anticipación de un brote de enfermedad prevenible mediante la vacunación ayuda a reducir la carga a los sistemas de salud. En México, 14,460,754 personas tienen más de 60 años De ellos, el 25.55% padece diabetes y el 38.80% hipertensión arterial, ambas comorbilidades relacionadas con casos graves de COVID- 19.
En la Ciudad de México, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a los países identificar y mantener los servicios esenciales de salud y priorizar esfuerzos para mantener continuidad, entre ellos consideran: la prevención de enfermedades transmisibles por medio de la vacunación, atención a población vulnerable como infantes y adultos mayores entre otros.
De acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos a partir de los 50 años las vacunas que se deben aplicar son aquellas que previenen, influenza, tétanos, herpes zóster y neumococo (a partir de los 65 años de edad).
La Dra. Diana Guarneros, director médico asociado de vacunas en MSD México, comentó que “la inmunización tiene un impacto positivo en la salud y durante el envejecimiento, debe ser concebida como una estrategia de prevención de enfermedades y promoción de un envejecimiento saludable.
La edad no debe ser una limitante para la aplicación de las vacunas”.
Imagen: Cuartoscuro