En varios puntos a lo largo y ancho del país, se pueden observar mantas que piden votar “SI” en la consulta sobre juicio a los expresidentes a realizarse el primer día de agosto. Así pues nos encontramos en la cuenta regresiva para un ejercicio que una buena parte de la ciudadanía considera totalmente estéril y que parte de una premisa fundamental que pronunciara a finales del año pasado el ministro Javier Laynez Potisek, al manifestar su postura durante una sesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN), respecto a que la materia de la consulta es inconstitucional: “la ley no se consulta, los jueces no son nombrados para ganar popularidad” y efectivamente, al ministro le asiste toda la razón.
Otra de las premisas que no hay que dejar de citar, es que para que dicha consulta sea vinculatoria se requiere que participen alrededor de 37 millones de ciudadanos, esto es, el 40 por ciento del padrón electoral, pero si nos atenemos a que en las elecciones presidenciales del 2018 votaron a favor de la coalición que encabezó Morena 30 millones, pues resulta difícil y lejano suponer que en esta consulta se pudiera alcanzar dicha cifra, situación que hace aún más estéril e inservible este ejercicio que tiene además, un costo de 580 millones de pesos, recursos que bien podrían utilizarse para otras necesidades apremiantes que tiene México.
Vistas así las cosas, se pone en tela de duda que esta consulta pudiera fortalecer a la democracia en nuestro país.
El anterior panorama no está oculto para los militantes del partido oficial, es más, a su juicio les resulta adverso, de ahí que ya empezaran a dar señales de desesperación, por eso, en la cuenta regresiva para el ya muy próximo 1 de agosto, se han dado a la tarea de buscar culpables de lo que se anticipa ya como un fallido ejercicio y debido a que no tienen de dónde echar mano, han identificado, -desde su muy particular punto de vista- al Instituto Nacional Electoral, (INE), como culpable de su desgracia y lo señalan de obstaculizar esta consulta sobre los expresidentes, algunos de ellos, por lo demás, se han manifestado tranquilos y hasta relajados al respecto, acaso sabedores de que Morena no conseguirá hacer vinculatorio el vacío ejercicio y para comprobarlo, ahí están las redes sociales.
En resumidas cuentas, la consulta de referencia ha terminado por polarizar a la ciudadanía, ya que por un lado, están los que la apoyan y destacan sus virtudes, principalmente emergidos de Morena y partidos adyacentes, mientras que por el otro, aquellos que la critican porque consideran que no es otra cosa más que mera propaganda ya que el gobierno estaría obligado a investigar y procesar a quienes cometan abusos o delitos, desde luego, incluidos los exmandatarios.