Diego A. Guerrero García.
A diario consumimos contenidos en diferentes espacios socio-digitales, vemos televisión, escuchamos la radio y leemos periódicos o revistas. Lo anterior, nos convierte en audiencias de diversos medios; y como tal, tenemos distintos derechos que nos permiten exigir contenidos con credibilidad, ética y responsabilidad a fin de que se nos pueda garantizar la calidad en la información, el entretenimiento y la cultura.
En ese sentido, los medios de comunicación tienen la obligación de cumplir con sus responsabilidades sociales a través de su misión, objetivos, valores y disposiciones legales para generar una dimensión bidireccional de la comunicación a efecto de reflexionar, corregir, mejorar e incluir las perspectivas de sus audiencias no sólo en la transmisión misma, sino en todo el proceso de comunicación tomando en consideración la conciencia y el respeto por el público.
En México, los derechos de las audiencias fueron reconocidos formalmente a nivel constitucional a raíz de la reforma en materia de telecomunicaciones del 2013. Adicionalmente, en el artículo 259 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) se precisa la necesidad de contar con una defensoría de las audiencias configurada principalmente por un responsable, a quien se le denomina defensor(a) de la audiencia, y se encarga de recibir, documentar y procesar, así como dar seguimiento a las observaciones, quejas, sugerencias, peticiones y solicitudes del público del canal correspondiente.
En este contexto, los contenidos generados deben reflejar el pluralismo ideológico, político, social, cultural y lingüístico de la Nación, así como proveer al público la diversidad de ideas y opiniones que permitan fortalecer la vida democrática de la sociedad.
Los medios de comunicación tienen la enorme responsabilidad de escuchar, respetar e involucrar a sus audiencias y también de prohibir en sus contenidos toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, por razones de género, de edad, discapacidad, condición social o de salud, o cualquier otra que atente contra la dignidad de otro ser humano y vulnere sus derechos y libertades al generar un ambiente de violencia.
De esta manera, la defensoría de las audiencias no sólo es un enlace con la ciudadanía que representa un espacio de diálogo con ella, promoviendo la participación ciudadana con respecto a los contenidos ofertados por el canal, sino que es una figura estratégica en la preservación, protección y defensa de los derechos de quienes consumimos los contenidos existentes en los diversos espacios de comunicación.
Si quieres saber más de este tema, te invitamos a profundizar al respecto en “Derecho a Debate”, hoy en punto de las 16h a través del 96.1 FM RadioUNAM; programa en el que contaremos con la participación de Claudia Ortega Medina, defensora de audiencias en Canal 22 y Guillermo Montemayor Gómez, defensor de Radio y TV UNAM.