Por décadas las mujeres hemos desafiado estereotipos y roto paradigmas que cuestionaban nuestra participación en el día a día de la sociedad mexicana, porque nos fue impuesto el cuidado del hogar y la familia. Nuestra lucha en la vida política, laboral y social ha sido una constante, para muestra un botón, la cultura, el arte, incluida la literatura eran dirigidas e inspiradas por hombres. Sin embargo, Juana Inés de Asbaje Ramírez, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, ha sido una de las grandes exponentes de la literatura hispanoamericana, el sigo XVII estuvo marcado por el renacimiento y el renacimiento de la literatura y las mujeres por Sor Juana Inés de la Cruz.
Una mujer que desafió la idiosincrasia no sólo de la literatura, si no que fue pionera del feminismo desafiando los mandatos de género en una sociedad que criticaban y señalaban a las mujeres que deseaban superarse y que buscaban incursionar en diferentes ámbitos de la sociedad, abriéndose paso entre las letras, en defensa de la educación e igualdad.
En la época cultural de Sor Juana, concebir la idea de que la mujer podía incursionar en el arte de la literatura u otra corriente artística, oficio o profesión era seriamente cuestionada, sin embargo, hoy las mujeres podemos acceder a la educación, ocupamos cargos de representación, tomamos decisiones sobre nuestro cuerpo, escribimos libros columnas, expresamos nuestro sentir, pensar y levantamos la voz como una muestra del resultado que han tenido y seguirán teniendo los movimientos de las mujeres, que fueron relegadas porque mostraron su inconformidad a los roles de género impuestos por una sociedad machista, para lograr un sólo fin, la igualdad entre hombres y mujeres.
Estamos en esa transición en donde la mujer se ha colocado en el centro de las políticas públicas, plasmando nuestros derechos en la Constitución, Tratados Internacionales, Convenciones, normas generales y leyes secundarias que les permiten a nuestras niñas hacer realidad sus sueños de ser científicas, policías, editoras, abogadas, ministras, bomberas, sólo por nombrar algunas.
Como representante popular reconozco que el camino no ha sido fácil, que aún queda mucho por hacer para lograr la tan anhelada igualdad, sin embargo,las mujeres que hoy estamos aquí, somos el resultado de aquellas valientes que rompieron con los estereotipos de género enfrentando la sociedad machista de su época, por ello, debemos seguir trabajando en una agenda que atienda a la igualdad sustantiva para enarbolar la lucha de quienes nos antecedieron, hasta que la dignidad se haga costumbre.
Me gustaría terminar citando un fragmento de Sor Juana Inés de la Cruz que expone la desigualdad e injusticia de la que una mujer es víctima, a través de la desigualdad y discriminación.
María Rosete
#porlosqueamamos