Para quienes nacimos y crecimos en el Barrio Bravo de Tepito, históricamente el comercio ha sido una forma digna de sobrevivir al sistema económico y patriarcal que por años nos ha relegado.
Mi nacimiento como líder surgió de una inconformidad: no tener donde trabajar.
Hace 29 años 70 mujeres decidimos salir a la calle con la legitima aspiración de tener una oportunidad de trabajo para poder vivir mejor, así inició una lucha a la que pronto se sumaron más personas que le dieron vida a la organización Los Hijos de la Coalición del Barrio de Tepito. Mientras que el estado auspiciaba el crecimiento en las calles de otros dirigentes a nosotros nos tocó resistir y luchar durante 10 años en la calle, nuestro derecho a sobrevivir de una actividad digna como lo es el comercio fue violentado en repetidas ocasiones; tengo muy presente un operativo en el que con más de 3 000 elementos de seguridad intentaron desplazar a 175 personas donde la mayoría éramos mujeres y lo único que queríamos era trabajar. Las condiciones de vida de nuestras familias eran precarias, sin oportunidades de desarrollo, por ello sabíamos que a través del comercio podíamos consolidar la economía de nuestros hogares, solventar los gastos, aspirar a una vivienda, educación, a servicios públicos y justicia social que el gobierno nos había negado por años.
Diez años de lucha constante, nos mantuvimos en pie con una visión del presente y del futuro, logramos hacer realidad nuestros anhelos, a través del comercio pudimos tener acceso a mejores condiciones de vida, nuestra necesidad por salir adelante era tan grande que tuvimos que decidir entre vivir en la miseria o resistir a la embestida desde diferentes puntos, hoy estamos de pie con dignidad, ejerciendo el comercio en el espacio público como ha quedado plasmado en cada relato que el Colegio de México integro en una obra denominada “Las voces del centro histórico, la lucha por el espacio en la Ciudad de México” en la que participe con el ánimo de hacer visible esta realidad.
Históricamente las mujeres y nuestros derechos han sido violentados en muchos aspectos, el camino como líder en el espacio público y mi incursión en la política ha representado diferentes adversidades que he aprendido a enfrentar y sobre todo me han enseñado a entender más a la sociedad, he comprendido que desde esta posición se puede ayudar a la ciudadanía, me gustaría que en la política las mujeres participaran más desde las dirigencias, en la toma de decisiones para lograr la gran transformación que nuestro México requiere y con ello concluya la lucha de contrarios que hemos padecido por siglos.
29 años de lucha constante, trabajo y liderazgo, hoy soy la primera diputada federal del Barrio de Tepito, fui elegida en las urnas en una contienda democrática, legitimada por los ciudadanos que conocen mi trabajo y cuando vivo violencia de género me pregunto: ¿por qué siguen vigentes los estereotipos de desigualdad y discriminación? ¿cuál es la ética o calidad moral para seguir cuestionando a las mujeres dirigentes? ¿quiénes nacimos en un espacio pobre y con ello estigmatizado no tenemos derecho a ocupar los espacios políticos y económicos que por derecho legítimo nos corresponden?
Haré uso de este espacio para explicar el sentido de mi lucha y lo que está por venir, ratifico mi fortaleza para seguir trabajando por la inclusión.
#porlosqueamamos María Rosete.