La resistencia de Ricardo Monreal lo llevará muy alto

En un determinado momento llegamos a reconocer el buen gesto del presidente López Obrador de legitimar a Ricardo Monreal cómo presidenciable de Morena en 2024 desde Palacio Nacional.

Eso vino a equilibrar un poco porque hubo indicios- que nos hicieron pensar que- había llegado el momento de presenciar un proceso electoral adelantado en el que predominará la cordura y el respeto.

Hubo destellos, sin embargo, no existió una atenuante y la andaba se descaró al grado de involucrar a la gobernadora de Campeche para ser, en términos políticos, la cuña para intentar frenar a Ricardo Monreal- ya que se ha declarado un hombre independiente de pensar y actuar- desde que se formó en la política.

Con esa incursión rápidamente descifró que, en la elección interna de Morena, no hay piso parejo, ni mucho menos respeto por más de que intenten evadir esa estrategia pues está más que claro el plan que están utilizando como mecanismo para tratar de neutralizar a Monreal.

El trato es desigual en el afán de colocar y posicionar a otras corcholatas.

Hay una guerra abierta por todos los flancos; mientras la gobernadora endurece las formas, hay legisladores que hacen lo propio como César Cravioto y Citlalli Hernández que adoptan la misma narrativa golpista, pero con otra lingüística. No obstante, ambas estrategias se hacen paralelamente en tanto que los grupos radicales siguen tejiendo una red de desprestigio desde las Redes Sociales manipulando todo tipo de acción con tal de favorecer a otros presidenciables.

Eso refuerza la sospecha de que, desde la oficina de una de las “corcholatas”, presionan una coordinada estrategia de hostilidad tratando a toda costa de convertir cualquier tipo de instrumento para mostrar la animadversión irracional.

La cuestión es que, ni con ello, han logrado debilitar la aspiración presidencial de Ricardo Monreal. Es más, eso ha resultado un aliciente para Monreal porque no han podido conectarle un solo golpe. Sigue siendo una intentona a la que el coordinador de los Sensores de Morena le ha sacado provecho al capitalizar la andanada en mecanismos de oportunidad que continúan nutriendo un proyecto de Reconciliación Nacional.

A cada embate- Ricardo Monreal- propone un eje de reconciliación. Así responde el zacatecano en su proyecto de Reconciliación por México. De hecho, el sábado pasado fundamentó la esencia de su programa que abarca todos los ejes fundamentales que alimentan las políticas públicas que lograrían ser, en un determinado momento, el hito para profundizar todas aquellas acciones que están ligadas a mejorar la calidad de vida de la población civil en base a sus necesidades.

Y, Ricardo Monreal, impávido, es el único que ha tenido en cuenta eso. Una forma de ponerlo en práctica ha sido presentar los ejes fundamentales de su proyecto presidencial que tiene un punto de apoyo sólido que implica seguir profundizando cambios sustanciales, lo mismo que reformas constituciones como la Ley Fiscal, entre otras.

Por eso, Monreal se sitúa en un espacio de la política importante. Sabe resistir, pero conoce perfectamente el termómetro social y, seguramente, apretará el acelerador para buscar ser, en 2024, el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. De hecho, él, en este momento, es quien más virtudes y madurez tiene de los aspirantes presidenciales de Morena; por ello- se concentran en él- para intentar debilitarlo. Saben de su sagacidad frente a cualquier adversidad.

Lo han puesto a prueba una y otra vez. Hasta ahora, no han podido conectar un solo golpe lo que lo califica como el político más audaz y coherente porque- a pesar de las severas críticas injustificadas que recibe- sigue de pie, y lo hace porque la propia población civil lo empuja y motiva.

Ese impulso se llama poder de convocatoria como lo que mostró el pasado fin de semana cuando abarrotó el inmueble de la Alcaldía Cuauhtémoc.