Raúl Avilez Allende.*
Construir la organización ciudadana necesaria para cumplir con los requisitos establecidos, para que el INE convoque a la consulta de la revocación de mandato, es una misión que a unos meses de distancia parece imposible.
El INE ya demostró que no está dispuesto a esperar y el pasado 27 de agosto aprobó los lineamientos para la organización de este ejercicio de democracia participativa. Con o sin ley, tenía que aprobarlos. Ahora falta que los haga compatibles con la legislación que aprobarán las y los legisladores.
Así, en la construcción de esta nueva ley, el Congreso de la Unión tiene una valiosa oportunidad que no puede desperdiciar, debe ser muy cuidadoso. No podrá salir a decir después que el INE hizo y deshizo a su antojo, cuando tiene en sus manos los candados necesarios para garantizar el correcto desarrollo de este proceso democrático.
Por ejemplo, establecer un mínimo de casillas instaladas, regular la publicidad pagada en redes sociales, establecer fecha para publicar la ubicación de casillas, la posibilidad de que el presidente Andrés Manuel López Obrador pueda argumentar para defender el proyecto que representa; pero, sobre todo, incluir de una vez la pregunta que aparecerá en la boleta.
De los lineamientos aprobados por el INE, destaca su intento por definir la pregunta y la figura de promoventes, es decir, personas en lo individual o grupo de personas que soliciten al INE que emita la convocatoria y promuevan la recopilación de firmas de apoyo para solicitar la revocación de mandato. Entendiendo grupo de personas como organizaciones y asociaciones civiles, legalmente constituidas.
No hay límite de promoventes y cada uno puede contar con un número ilimitado de auxiliares para la recolección de las firmas de apoyo. Y al final, la suma de todas las firmas, de todos los promoventes, es lo que se toma en cuenta para ver si alcanzan el mínimo establecido que es de 3% del listado nominal. Sería bueno que, toda vez que se permite el registro masivo de auxiliares, se cotejen contra el padrón de afiliados de los partidos políticos, para verificar que no exista simulación.
Se dice fácil, pero como referencia, Felipe Calderón y Margarita Zavala no pudieron conseguir su partido político, siendo que representaba un reto diez veces menor a esta titánica tarea que se aproxima y más considerando que ningún partido político o asociación política, pueden involucrarse en la etapa de la solicitud y recolección de firmas, que serán recabadas mediante una aplicación y en formatos impresos en los municipios con alto índice de marginación.
Una vez emitida la convocatoria, los partidos, agrupaciones y actores políticos podrán realizar propaganda a favor o en contra, para lo cual tendrán que comprobar los recursos invertidos. Nadie podrá contratar propaganda en radio o televisión, pero ojo, no dicen nada sobre las redes sociales.
Prácticamente, tenemos una campaña presidencial en puerta, con un solo candidato.
ENTRE GITANOS.
1) Alcaldes(as) electos de oposición no querían llegar al Congreso de la CDMX, eso era fácil, lo dijo Martí Batres, con una llamada se resolvía. Lo que querían era meter ruido en el período extraordinario y lo lograron. No iban solos, era un grupo numeroso que quiso romper el cerco policial y las cosas se salieron de control. Es desproporcionado hablar de un gobierno represor. Que se investigue a fondo y se sancione a los culpables, alcaldes o policías.
2) El presidente Andrés Manuel López Obrador y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, han dicho que los recursos deben llegar directamente al pueblo, sin intermediarios. Pero quienes operan el programa de Mejoramiento Barrial no autorizan proyectos en autoadministración. La SIBISO, a cargo de Almudena Ocejo, debe revisar quién pone trabas a la participación vecinal, la Coordinación de Participación Ciudadana, de Ernesto Armendáriz o la Dirección Ejecutiva de Tequio Barrio, de Manuel Luis Labra. No caería mal una revisada al padrón de las empresas beneficiadas.
*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.
avilezraul@hotmail.com