Cascada de elogios y reconocimientos ha recibido la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal. Primera mujer en la historia de México al frente del poder judicial.
Lo que sucede, generalmente, cada vez que alguien asciende a la titularidad de una institución. En este caso hay beneplácito porque llegó quienes decidieron los ministros y ministras de la Corte. Se cayeron como naipes los presagios de que se impondría desde fuera a uno o una de las ministras que en los medios estaban entre los favoritos.
Histórico que sea mujer, acto que por sí solo ya deja huella imborrable. No será suficiente para una ministra como ella, porque tiene cualidades y trayectoria de 34 años para convertir a la presidencia de la Corte es una de las mejores, sino es que la mejor, con justicia para todas y todos.
Ese es el gran reto, la gran actuación como presidenta, para desvanecer prejuicios de que solo los varones tienen perfiles para desempeñarse y rendir buenas cuentas, lo que no ha sido así en todos los casos; ahí están los registros de cada uno para quien tenga dudas.
La justicia deberá ser ciega, como la imagen que la representa, sin inclinar la balanza para ninguno de los lados; la imparcialidad e independencia por delante; el poder de la razón.
Anhelo de la sociedad que la justicia sea verdadera, sin consignas ni corrupción. Lo que haga la ministra Piña Hernández estará bajo la mirada de estudiosos del Derecho, de académicos, de agrupaciones de abogados, de empresarios, comerciantes, trabajadores, profesionistas, jóvenes y adultos. Quizás se le exija más que a los hombres que han presidido la SCJN.
Norma Lucía tiene la experiencia y los grados académicos para estar a la altura de la demanda social.
Quienes la conocen y colaboran con la ministra, saben que es cuidadosa y estudiosa; para nada es impulsiva, por el contrario, reflexiva y cautelosa. Seguro que tiene claro que la responsabilidad se le multiplicó como presidenta de la Suprema Corte de Justicia.
Veamos su trayectoria académica:
Abogada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestra en argumentación jurídica por la Universidad de Alicante, España, y Doctorante en la División de Estudios de Posgrado por la universidad nacional donde obtuvo la licenciatura. Tiene las especialidades en Derecho Constitucional y en Psicología Social y Comunicación.
Su trayectoria laboral:
Toda su vida en el poder judicial. Empezó como secretaria de Estudio y Cuenta en la primera sala de la Corte. Siguió como juez por oposición en el juzgado tercero de distrito en el estado de Morelos. Juez Quinto de Distrito en materia Administrativa en la Ciudad de México. Magistrada de Circuito. Magistrada en el Vigésimo Tribunal Colegiado del Primer Circuito. Ministra de la SCJN a partir del 2015 y ahora, 2023, electa por cuatro años para presidir la Corte.
Ha dado clases en la Universidad Panamericana, en el Instituto Tecnológico Autónomo de México y en el Instituto de la Judicatura Federal en su campus del estado de Morelos.
La ministra Norma Lucía Piña Hernández llegó escalón por escalón a presidir la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura Federal. Conoce los blancos, negros y grises del poder judicial.
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