Sí, lo sé. Cada país tiene su soberanía, cada país es distinto en su riqueza, en su forma de distribuir los fondos de gobierno, en tomar decisiones, pero veo cómo la UE está más separada que nunca ante la lucha contra esta pandemia: No existe una voz ni medidas alineadas, fondos, material sanitario suficiente para distribuir, es eso UNIÓN, en cambio, cada quien jala para su lado, jala para sus emergencias, para lo que le alcanza. Italia comenzó tarde y, aunque se vio en el espejo del terror siguió España, Francia y Reino Unido. Su primer ministro Boris Johnson no sé si pensó que ya no formar parte del bloque le haría tomar mejores decisiones e hizo caso omiso de la alerta roja de sus vecinos, no socios, y todavía en marzo en una actitud retadora “presumió” haber saludado de mano a enfermos del Covid-19 cuando los fue a visitar al hospital. Fue el 27 de ese mes que comenzó con los síntomas, arriesgó a su equipo y, en un acto irresponsable, a su mujer Carry Symonds que está embarazada y que también presentó síntomas. Hace unas horas Boris fue trasladado a terapia intensiva.
En esta situación que vivimos como humanidad los jefes de Estado –varios de ellos ni siquiera se han sabido asumir como tales– no han entendido que TODOS, potencias, economías emergentes, naciones pobres, todos, estamos en el mismo barco. Es entonces todos debemos de jalar al parejo y ayudar a los más necesitados , aquí no hay cabida para los egos y la soberbia, justo ésa es una de las grandes lecciones que nos está dando el CORONAVIRUS, erradicar a esos virus.
No podemos pretender volver a la normalidad porque ésa ya es parte del pasado y porque ya no somos los mismos. ¿Qué tal Daniel Ortega que lleva 13 años en el poder en Nicaragua y lleva 25 días desaparecido sin dar un plan ante el coronavirus?
Ruta de navegación.- Hay que guardar el mensaje de la reina Isabel II, es para la historia, no habló sólo a su país sino al mundo. La respaldan 93 años, 68 en el trono y haber visto pasar una Guerra Mundial, dos guerras del Golfo Pérsico, atentados terroristas, recesiones. Ella, tan estructurada en su personalidad, supo conectar, dar tranquilidad en su tono de voz y la sobriedad del color verde de su vestido. Es la reina pero también la mujer sabia y esa madre que te dice: “A pesar de todo, todo estará bien”. “Espero que en los años venideros todo el mundo pueda estar orgulloso de cómo se respondió ante este desafío… que nuestros atributos de autodisciplina, determinación calmada y con buen talante y nuestra compasión de los unos por los otros sigan siendo los que caracterizan a esta nación” –y agrego yo , al mundo-.