POR CLAUDIA BOLAÑOS
Cantando sus canciones, el
pueblo de México despidió a José José, El Príncipe de la Canción, convirtiendo en un gran karaoke la explanada del Palacio de Bellas Artes, el atrio
de la Basílica de Guadalupe, el Parque de la China, en la colonia Clavería, y el Panteón Francés, hasta donde llegaron miles de personas que dejaron de lado sus actividades cotidianas para darle el último adiós.
Desde las 08:21 horas de la mitad de
las cenizas del interprete -la otra parte quedó con su segunda familia- arribaron
a la Ciudad de México, provenientes de Miami, Florida, abordo de una aeronave Boeing 737, de la Secretaría de la Defensa Nacional, acompañado de sus hijos José Joel y Marisol.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana destinó un operativo de seguridad y
tránsito, compuesto por mil 50 policías y 60 vehículos, algunos de los cuales acompañaron el cortejo fúnebre que partió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México hacia el Palacio de Bellas Artes, donde se le rindieron honores al cantante.
Habitantes, trabajadores y empleados
de las distintas colonias por donde pasó
la elegante carroza que llevaba los restos de José José, custodiado por de elementos de Tránsito y una nube de representantes de medios de información nacionales e internacionales, salían a lanzarle flores.
Agitar blancos pañuelos, echarle porras e improvisar grupos que entonaban alguna de sus canciones.
Esa fue la constante, cantarle.
Desde el inicio de la jornada de
despedida, se observó el cariño del pueblo mexicano, que de pronto se volcó a las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, para intentar entrar a despedirlo. Según cifras de secretario de Cultura del Gobierno capitalino, Alfonso Suárez del Real, fueron 15 mil personas en ese punto.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, acudió para rendirle honores y
darle el pésame a su familia. Las puertas fueron cerradas, dejando fuera a una fila de personas de casi un kilómetro de largo, quienes molestas, intentaron dar portazo, sin conseguirlo.
En la Basílica de Guadalupe, según los
datos oficiales, fueron 12 mil personas las que acudieron a la misa del intérprete de la "Nave del olvido", canción que fue
entonada una y otra vez en el atrio del recinto mariano.
Mientras miles escuchaban misa por
el eterno descanso de José José, otros afuera hacían un gran karaoke del exterior. Para ello hubo fans que cargaron con sendas bocinas y micrófonos para crear improvisados escenarios donde se entonaron sus éxitos.
María Teresa Ramírez, desde temprano salió de su casa, en Los Reyes La Paz,
hacia el Palacio de Bellas Artes.
“Yo le dije a mi familia que no contarán conmigo este día, porque me iba a
despedir a mi cantante favorito”.
Guadalupe López llevó una imagen
donde se le ve con un José José enfermo, con quien consiguió sacarse la foto cuando él fue hacerse unos análisis clínicos.