¿Qué se puede esperar de un país en el que el más de la mitad de la población se siente insegura viviendo en su propia ciudad? En México, el 67.4% de los ciudadanos se sienten inseguros.
En junio de 2022, 72.9% de las mujeres y 60.9% de los hombres consideraron que su ciudad es insegura, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2022. Estas cifras son estadísticamente significativas, demuestran la gran ola de delincuencia e inseguridad que sufre el país diariamente.
La última semana varios estados fueron escenario de trágicos actos violentos, esta serie de ataques ocurrieron en Jalisco y Guanajuato el pasado martes 9 de agosto en distintos puntos, se registraron incendios a tiendas de conveniencia y vehículos.
De acuerdo con las declaraciones del Gobierno, los hechos ocurrieron tras la captura de presuntos jefes criminales, lo que provocó las protestas en estos dos estados. Dos días después, Ciudad Juárez, se vio involucrada en la misma situación, incendiado de negocios, tiendas y disparos contra personas dejando un saldo de 11 muertos. Tras esos sucesos, el pasado 12 de agosto se registraron más actos de violencia en Baja California.
Actualmente, Ciudad Juárez ocupa el sexto lugar en el ranking de “Las 50 ciudades más peligrosas del mundo 2021”, realizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C.
El informe anual señala que México ocupa los primeros 8 lugares de la lista, en total son 18 ciudades de México, marcado como el país con las ciudades más violentas. Los lugares que lideran la lista son Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Ensenada y Uruapan. Esto muestra la grave posición de México en materia de seguridad a nivel mundial y que la actual estrategia no está funcionando.
El Consulado General de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad ante la violencia que se vive en los estados. En medio de estos ataques que azotan al país, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que emitirá un acuerdo para que la Guardia Nacional pase a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) incluso pidió al gobierno mantener la “naturaleza civil” de la Guardia Nacional y que sea plenamente apegada a los Derechos Humanos. En tanto, Amnistía Internacional reprobó esta decisión perpetuando el enfoque de militarizar la Seguridad Pública. Hay que recordar que la Guardia Nacional tiene como principal objetivo proteger el bienestar de la ciudadanía, mientras que la Sedena se enfoca en proteger la seguridad nacional, por lo que existe un gran riesgo de caer en la militarización, poniendo a las fuerzas policiacas civiles a cargo de un solo organismo, lo que podría ser una gran tragedia para el país.