Muere el padre de Mafalda, la rebelde que sólo falleció en México

martha.cotoret@contrareplica.mx

Joaquín Salvador Lavado viajó a México en 2008. Lo hizo para presentar Mafalda inédita, que incluía 48 tiras nunca antes recopiladas en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y de paso aclarar un tema que para él era fundamental: “Mafalda no ha muerto”, dijo entonces durante la conferencia de prensa.

Según la leyenda la rebelde niña murió arrollada por un camión de sopa, el alimento que ella odiaba más. “Esa leyenda del camión de sopa, porque hay varias versiones, una que es un camión de la policía, otra que un camión de sopa, nació aquí en México. Es una creación exclusivamente mexicana. No sé quién lo ha inventado. Es como cuando a uno le cuentan un buen cuento de política, uno se pregunta quién se dedica a inventar cuentos tan buenísimos y porque esa persona no dice: fui yo el que lo creó”, aseguró en ese entonces.

Su éxito con Mafalda fue inesperado por lo que nunc a se planteó crear otro personaje. “Mafalda nació por encargo. Si no me la hubieran pedido no la habría hecho nunca. Me habían aconsejado que no me quedara mucho tiempo con un personaje, porque dibujas lo mismo, te repites y eso cansa. Es más linda la libertad de no estar sometido al formato y al carácter de un personaje”, afirmó durante esa misma visita a tierras mexicanas.

Su relación con el país no terminó allí. En una entrevista para Playboy México, en 2004, Quino reveló que entre sus colegas admiraba al caricaturista mexicano Rius. “Mafalda inédita es un libro interesante y valioso que gustará a los seguidores de Mafalda. Es el equivalente de Los agachados en México. Le voy a pedir a Rius que reedite ese trabajo”, afirmó.

Hoy el caricaturista mundialmente, conocido como Quino, vuelve a estar en las primeras planas de México, esta vez por su fallecimiento. De 88 años, el artista que desde hace varios años se trasladaba en silla de ruedas y venía acusando diversos problemas de salud, falleció ayer en Mendoza, la misma ciudad donde se establecieron sus padres cuando emigraron a Argentina desde España y donde nació en 1932.

"Estaba tranquilo, en su casa, no pasó nada más que el devenir de sus años y su salud de este último tiempo. Se murió de viejito, habiendo vivido su vida íntegramente", dijo a Efe Julieta Colombo, sobrina de Quino, como se le empezó a llamar desde chico para diferenciarlo de los muchos "Joaquines" que había en su familia.

En los últimos tiempos, con dificultades de visión y a pesar de estar retirado del dibujo, el célebre autor siguió asistiendo a diversos homenajes a su obra. Uno de los más recientes fue a finales del año pasado en la Universidad Nacional de Cuyo de su ciudad natal, adonde se mudó a finales de 2017 desde Buenos Aires tras quedarse viudo.

Si bien se desconocen los detalles de su funeral, no se espera ningún acto público, por el contexto de fuertes restricciones por la pandemia del coronavirus.