Mujeres mazatecas exigen justicia y liberación de presos políticos ante la ONU-DH

En una muestra de determinación y perseverancia, un grupo de mujeres mazatecas, que desde hace dos años mantienen un plantón en las cercanías del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), llevaron su protesta hasta la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH). Su objetivo: demandar una revisión exhaustiva de los expedientes de sus familiares, quienes llevan nueve años injustamente encarcelados por presuntos delitos políticos.

Las manifestantes señalaron que ocho personas de su comunidad se encuentran privadas de su libertad en Oaxaca, acusadas del supuesto homicidio de Manuel Zepeda, hermano de la ex presidenta municipal de Eloxochitlán, Elisa Zepeda, y de intento de homicidio contra ella misma. Sin embargo, afirmaron rotundamente que no existen pruebas suficientes para respaldar dichas acusaciones.

"La falta de elementos para sostener ni siquiera una sospecha nos lleva a exigir la liberación inmediata de nuestros familiares", enfatizaron. Además, solicitaron a la ONU-DH que intervenga y exhorte a las instituciones del Estado mexicano a cumplir con las normas nacionales e internacionales que garantizan los derechos humanos.

En su exigencia de justicia plena, las mujeres mazatecas demandaron la libertad inmediata de Herminio Monfil, Alfredo Bolaños, Omar Morales Álvarez, Fernando Gavito, Jaime Betanzos y Francisco Durán, quienes llevan nueve años injustamente encarcelados. También pidieron la liberación de Paúl Reyes y Marcelino Miramón, detenidos recientemente.

Además de dirigirse a la ONU-DH, las manifestantes solicitaron su intermediación con el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, así como con las relatorías sobre Pueblos Indígenas y Desplazamiento Interno. También presentaron una denuncia ante el Consejo de Derechos Humanos por detención arbitraria y violación de sus derechos.

En el marco del segundo aniversario de su plantón, las mujeres mazatecas llevaron a cabo otras acciones de protesta, como manifestarse en las oficinas de ONU Mujeres y realizar un mitin político-cultural frente al CJF. Su determinación y valentía son un testimonio vivo de la lucha por la justicia y los derechos humanos en México.