Columnas
México y Estados Unidos comparten una de las fronteras más dinámicas a nivel internacional: millones de dólares se comercializan día con día y millones de personas cruzan la frontera para trabajar. No hay país en el mundo donde más norteamericanos vivan ni otro donde más mexicanos vivan fuera de nuestras fronteras. Esta integración económica y social hace de nuestra relación con Estados Unidos la relación más importante para nosotros. Y si bien para ellos es una relación muy importante, no es la más importante. Primera asimetría.
Ahora que está por aprobarse una supermayoría que permitiría reformar la Constitución y reconcentrar muchas funciones en el Poder Ejecutivo Federal, ¿estará en peligro la continuidad del Tratato de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá? Veamos. Hace un par de días, el embajador de Estados Unidos hizo pública una preocupación de su gobierno por la posible elección popular de jueces y ministros en México. A esta inquietud, el Gobierno de México respondió con un extrañamiento diplomático y sus medios más afines titularon sus encabezados con “los capitales quieren jueces a modo”. Primer encontronazo.
Si bien muchas de las instituciones creadas en las últimas décadas, como la comisión de competencia, el instituto de transparencia o los institutos relacionados con telecomunicaciones o energía volverían a la órbita del Ejecutivo Federal, es algo con lo que los inversionistas foráneos podrían vivir, pero lo que más les preocuparía sería el caso que los jueces fueran parte del mismo gobierno. ¿Por qué? Porque el país receptor de la inversión jugaría de local, y lo mismo podría aceptar algo en un contrato, y luego rechazarlo meses después. Es una incertidumbre con la que no están acostumbrados. Y si bien somos economías integradas en varios sectores, el tamaño de nuestra economía equivale al de un estado de allá: Illinois. Sólo Texas y California, por sí mismos, están en el Top 10 de las economías más grandes del mundo. Segunda asimetría.
Pero, ¿acaso no se eligen a los jueces allá por voto popular? No sólo eso, también se eligen los fiscales, pero no es algo que haga en automático la ciudadanía. Son más bien procesos de ratificación por parte de la sociedad, y previa acreditación de solvencia moral y técnica en el ejercicio de su cargo. Y estos puestos sólo se ratifican a nivel local, no a nivel federal. Otro problema que tenemos acá son los niveles de violencia y de cooptación criminal que tenemos en decenas de estados del país a merced de crimen. Esto no es un problema que tengan allá. Tercera asimetría.
Entonces, ¿Estados Unidos necesita a México? Si, pero lo que no debemos hacer es estirar la liga hasta romperse, porque nuestra economía sufriría un revés como no lo hemos visto en décadas. La crisis del 95 podría ser cosa de niños, si las cosas escalan mal. No busquemos gratuitamente segundos u sucesivos encontronazos con nuestro principal socio. Ambos países nos necesitamos, pero nosotros más.