En la década de los 70 y 80, en la policía capitalina era famosa la llamada “Hermandad”, primero fue una especie de cofradía entre agentes en motocicleta, luego se convirtió en una mafia que tenía como principio el cuidarse entre mandos y policías a modo, para disponer del control de posiciones dentro de la corporación. Años más tarde, este grupo de influencia vino a menos, se fue reduciendo a unos cuantos mandos.
En estos nuevos tiempos de la Cuarta Transformación dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se asegura que estas mañas están repitiéndose nuevamente.
Dentro del escalafón de mandos de la policía, el de Dinorah Guadalupe Salazar Batalla, titular de la Dirección Ejecutiva de Logística y Seguimiento Operativo es mencionada en repetidas ocasiones y en varios agrupamientos como un puente para la compra de nombramientos y puestos dentro de la SSC, como si se tratara de una nueva Hermandad.
Mandos y policías saben de un caso reciente, el de Itzania Otero a quien se le ofertó el puesto de Jefa del Agrupamiento Femenil hace aproximadamente un mes, con el grado de policía segundo.
En este tiempo Dinora Salazar ha sido el vínculo para “vender” otros cargos que van de los 50 mil pesos, al tratarse de directores, 40 mil por una subdirección y 30 mil por una Jefatura de Unidad, así como por el mando de Omega y Delta.
Salazar Batalla depende directamente de la subsecretaria de Operación Policial que encabeza Israel Benítez con indicativo Máximo.
No hay que olvidar que esta jefa policial creció bajo el auspicio de Luis Rosales Gamboa, fue la de las pocas que logró sortear la limpia hecha por Morena dentro de la fuerza pública.
Se dice que las rotaciones y relevos que está ordenando y aprobando el Jefe Máximo, son supervisadas y aprobadas por Salazar Batalla, pero quien cobra y lleva el control de estas plazas es la policía primero Mirna Cruz Rodea, quien se encuentra en el piso 11 del edificio sede de la SSC.
Esta acción es supervisada y aprobada desde la dirección Metropolitana ya que actualmente ahí es donde se le ve laborando a Salazar Batalla, únicamente los lunes, miércoles y viernes gozando del respaldo de Jorge Aarón Gisbert Salazar, con indicativo Serpico, recién nombrado por el subsecretario de Operación Policial.
Mandos y policías operativos se encuentran más que molestos por esta venta de plazas, pagos a aviadores, además resurge como en los viejos tiempos, una serie de rentas y “entres” en diversos sectores y se asegura que el control de todo esto lo tiene la Jefa Dinorah, quien hasta el momento no ha sido investigada.
Existe una serie de denuncias y escritos que han llegado a los escritorios de diversos directores, incluso, del propio Jesús Orta Martínez, en espera de se investiguen estos hechos.