El Observatorio Mundial de Residuos Electrónicos (E-Waste Monitor) estima en su reporte de 2019, que se generaron 53.6 millones de tons/año de residuos eléctricos y electrónicos, a nivel global.
Asia genera el 46.46%, América el 24.44%, Europa el 22.39%, África el 5.40% y Oceanía el 1.31%. México ocupa el tercer lugar en el continente americano, después de EUA y Brasil, al generar 1.2 millones de tons/año. En nuestro país las tres entidades que concentran el 23% de la generación, son la CDMX con el 11%, Jalisco con el 7% y Baja California con el 5%.
Desafortunadamente a nivel global, solo se manejan adecuadamente el 17.4 % (9.3 millones de tons/año). En México se recicla entre el 9 y el 11% de los residuos electrónicos. Europa a la cabeza, acopia y recicla el 42.5% de sus residuos, en Asia se recicla el 11.5 % y América recicla solo el 9.4%.
Estos equipos son indispensables en nuestra vida moderna, me refiero a los celulares, tabletas, PCs, pantallas, impresoras, estufas, refrigeradores, hornos eléctricos y de microondas, licuadoras, trituradoras, equipos de sonido, audífonos, etc. Sólo en 2021 se estima que se venderán 2,300 millones de celulares. Lo que debemos saber es que en ellos se encuentran diferentes componentes: como fierro, acero, cobre y aluminio; oro, plata y paladio; plásticos como polipropileno, ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), policarbonatos y poliestireno; metales pesados como mercurio, cadmio, cromo y polvo de plomo; las baterías son de litio; y lo más importante que debemos saber es que en muchos equipos se encuentran también sustancias químicas tóxicas, como el polibromo difenil éter, que es un retardante de flama para que esos plásticos no se inflamen al estar sujetos a calor, fósforos, cromo hexavalente, policlorobifenilos y algunas sustancias agotadoras de la capa de ozono, como CFC, HCFC que en su totalidad puede ser el 6.0% de todos las materias primas que los componen. Esto quiere decir que estos residuos tóxicos pueden ser del orden de 3.2 millones de tons/año a nivel global, en América serían 785,000 tons/año y en México aproximadamente 72,000 tons/año.
Es fundamental que podamos separar adecuadamente todos los materiales, sustancias y residuos, reciclar todo lo reciclable y confinar lo que no se pueda reciclar. El reto es crear la infraestructura de centros de acopio permanentes en todo nuestro país para evitar desperdiciar el gigantesco valor económico y ambiental que tienen estos materiales, que se estima en 57,000 millones de dólares anuales a nivel global, 14,000 MDD/año en América y de 1,300 MDD/año en nuestro país y evitar que esas sustancias y materiales tóxicos vayan a los tiraderos a cielo abierto de basura y contaminen suelo, subsuelo, cuerpos de agua y sobre todo que afecten la salud de los mexicanos.
Con esto podremos recuperar los metales preciosos como el oro, plata y paladio. Con estas acciones llevaríamos a la realidad la economía circular generando decenas de miles de empleos en la industria del reciclaje que México necesita. Por eso los gobiernos estatales, quienes tienen bajo su responsabilidad la gestión de estos “residuos de manejo especial”, deben crear y publicar sus planes de manejo para lograrlo.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C. Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter
@calvarezflores