Por Pepe Delgado
Ante los oídos sordos de Daniel Parra, alcalde panista, del municipio de Apaxco en el Estado de México, vecinos, organizaciones civiles y empresarios del lugar, han solicitado la intervención urgente de la Guardia Nacional (GN), en la región.
Los inconformes han señalado que el munícipe sigue fomentando la proliferación de gaseras clandestina, donde incluso, el energético se vende más barato que en otros lugares.
También, el sector empresarial argumenta que de no frenarse esta situación, la seguridad en el municipio de Apaxco “se puede salir de control”, al abrirle la puerta a los gaschicoleros se les está dando permiso a la delincuencia organizada de irrumpir y temen que junto con ellos, lleguen las extorsiones, los secuestros y el llamado derecho de piso.
“Con urgencia perdimos a la Guardia Nacional que intervenga aquí, el Gobierno de Estado no hace caso y es una tierra sin control, el alcalde Daniel Parra está asociado con los delincuentes que venden el gas robado aquí, ha n proliferado las gaseras clandestinas que son una bomba de tiempo, los gaseros son prepotentes, andan armados porque en realidad son delincuentes y no empresarios”.
“Lo que no queremos es que luego nos empiecen a extorsionar, si el alcalde permite o trabaja con los vendedores de gas robado, le va a abrir la puerta a cualquier que lo pueda corromper y los afectados seremos nosotros”, por eso pedimos intervención federal antes que sea demasiado tarde”, explicó Gabino Melo, integrante de la comunidad empresarial en la región de Apaxco.
En el municipio de Apaxco, se ha denunciado, incluso ante la Fiscalía General del Estado de México, que el alcalde Daniel Parra, permitió la incursión de grupos delincuenciales que se dedican al robo y a la venta de gas, los expendio se han instalado frente a las escuelas, zonas residenciales y en lugares prohibidos, lo que los convierte en un riesgo latente al no contar con los permisos adecuados ni las medidas de seguridad que exige la Secretaría de Energía (SENER).
VENTANAL
Siete días transcurrieron en la 32 Feria del Libro de Ocasión que organiza la Coalición de Libreros de la Ciudad de México, para que las autoridades interrumpieran, con la cancelación del permiso que ellos mismos habían autorizado. Esta cancelación fue a palabra, sin documento que avalara dicha suspensión del evento cultural.
Nos dicen que las autoridades explicaron a los libreros, que el espacio que se ocupa, a unos pasos del Metro Hidalgo y de Avenida Juárez, porque es un espacio “recuperado” y no “repararon en ello” cuando dieron el permiso.
Ese mismo espacio, anteriormente, ha sido utilizado por eventos culturales como la Brigada para Leer en Libertad apadrinados por Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo Económico, a quienes no se les cancela ningún permiso y espacio.
Se estima que la pérdida para los expositores es un millón y medio de pesos.