Organismos autónomos: ¿La solución para la desinformación en redes sociales?

La creación de organismos autónomos puede ser fundamental para crear contrapesos que brinden transparencia sobre los recursos utilizados por políticos en redes para campañas electorales, así como los procesos de decisión de suspensión de cuentas y de remoción de contenido.

Con la llegada de la pandemia, al no tener contacto físico, plataformas como Facebook y Twitter se han convertido en una principal fuente de interacción y debate; además de ser los canales donde regularmente acudimos para verificar información al instante.

Hace unos días, se llevó a cabo la Cátedra Theodor Heuss 2021 sobre Redes Sociales y Política, organizada por la Fundación Friederich Naumman para la Libertad en conjunto con el ITAM, donde se congregaron diversos profesores expertos en temas de redes sociales, desinformación, uso de “bots” y “trolls”; los cuales expresaron su preocupación por la poca investigación y comprensión de redes sociales y derechos digitales. Una de sus recomendaciones principales es apoyar la creación de organismos autónomos que actúen como el contrapeso para brindar transparencia sobre los recursos utilizados por políticos en redes para campañas electorales, así como los procesos de decisión de suspensión de cuentas y de remoción de contenido.

Y es que la creación de estos organismos fomentará un mejor uso del quehacer político en las redes sociales, a través de distintos procesos:

• Promoción de Derechos Humanos: Los derechos humanos también deben existir en la esfera digital. La promoción de la protección a los periodistas y el enaltecimiento de su labor, deberían ser acciones llevadas a cabo por empresas que difunden noticias e información, como Facebook. Lo ideal es que estos actores trabajen junto con organizaciones de derechos humanos para promoverlos en línea.

• Transparentar publicidad política: las plataformas deberían hacer esfuerzos para que la publicidad política en redes sea transparente, promoviendo canales más abiertos para la investigación y transparencia de los recursos invertidos.

• Denunciar censura en publicaciones y comentarios: los organismos deben contar con expertos que puedan analizar procesos de eliminación unilateral de contenido o suspensión de cuentas. Este puede ser el punto de partida para promover la libertad de expresión y un debate abierto, y con ello, abrir camino para la creación de políticas multisectoriales.

• Rendir cuentas: las plataformas de redes sociales y el Internet deben mantenerse como espacios libres, pero eso no quiere decir que no deban pasar por un proceso de rendición de cuentas. Es decir, deben transparentar los procesos y protocolos bajo los cuales se decide suspender cuentas o remover contenido.

El auge de las plataformas digitales ha permitido una mayor participación ciudadana y un traslado del espacio físico de debate público a la esfera digital. Sin embargo, en las manos incorrectas pueden llegar a atentar contra la democracia. En ningún caso el Estado debe normar el espacio digital. Para impulsar la transparencia en esta esfera, se deben crear instituciones autónomas que funjan como observadores de estos procesos y defiendan la democracia.