Columnas
El PAN, todavía con Marko Cortés como su dirigente, está inmerso en una grave crisis que se agudizó después de las elecciones del pasado 2 de junio y ello depende de diversos factores entre los que destacan que no han sabido ejercer el papel de primera fuerza opositora que llega a esta coyuntura sumamente dividida y como producto de ello, con total ausencia de unidad, por lo que todo han terminado por echarlo por la borda.
Disciplinados por excelencia y cerrados solamente al círculo de su militancia en el pasado, ahora, Acción Nacional enfrenta el descontento de su base ni más ni menos que con la dirigencia nacional, conflicto que se le ha salido de las manos al senador Cortés y no sabe cómo manejarlo.
En reiteradas ocasiones, exgobernadores emanados del panismo más rancio e incluso el expresidente Vicente Fox, vienen reclamando que el proceso de sucesión en la dirigencia de ese partido se abra a la ciudadanía y sea mediante voto secreto y directo para evitar un posible “dedazo”, ya que es bien sabido que el senador Cortés quiere imponer como su sucesor al exdiputado Jorge Romero, muy al estilo del oficialismo como para seguir mandando en el PAN.
Varios han sido los pronunciamientos de exmandatarios estatales albicelestes como Francisco Ramírez Acuña y Alberto Cárdenas, de Jalisco; Francisco Barrio Terrazas, de Chihuahua; Fernando Canales Clariond, de Nuevo León; Carlos Medina Plascenciay Juan Carlos Romero Hicks, de Guanajuato; el yucateco Patricio Patrón Laviada; Marco Adame Castillo, de Morelos; el potosino Marcelo de los Santos Fraga; Ignacio Loyola Vera, de Querétaro y quien fuera el primer gobernador de oposición en los tiempos del PRI, Ernesto Ruffo Appel, de Baja California y estos han sido muy enérgicos y con dedicatoria directa a Marko Cortés, “o cambias o te vas”.
Y el detonador que marcó al senador panista como uno de los artífices de esta crítica situación se dio en la pasada discusión de la controvertida reforma al Poder Judicial, cuando todos los que seguían este debate apostaban a que sería del PRI de donde emergería el traidor que le daría su voto a Morena y aliados para consumar esto.
Desde la tribuna de la Cámara Alta, Marko Cortés dijo tener aprecio por el senador Miguel Angel Yunes Márquez y su suplente, Yunes Linares al reprocharles haberse entregado a Morena, a lo mejor con la intención de tapar el craso error que el aún líder panista cometió en el pasado, cuando aceptó que los Yunes conformaran la mancuerna en la senaduría por Veracruz.
Ahora, Yunes Márquez no quiere irse del PAN y se ha mentido, junto con su padre, en un alegato que al parecer podría no tener fin, esto, al tiempo que las bancadas panistas en el Congreso de la Unión parecen haber perdido su contundencia.