Penalizar el derecho al aborto, criminaliza la libertad reproductiva

Exdiputada federal, asesora de la AC Impulsa y colaboradora del STUNAM

En medio de la polémica desatada por la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de derogar la jurisprudencia Roe vs. Wade –que garantizaba a las mujeres desde hace medio siglo el derecho constitucional a practicarse un aborto–, en México se han encendido las alertas ante la posibilidad de que la prohibición –que podría extenderse por toda la Unión Americana–, se expanda en otros países como el nuestro.

Y es que la decisión de prohibir el procedimiento, con vistas a imponer una maternidad forzada, se dejará en manos de los estados, de los que se espera que alrededor de la mitad prohíban el aborto, lo cual afectará, principalmente a las mujeres de escasos recursos económicos y aquellas mayores de 40 años que han perdido una protección constitucional, que las obligará a recurrir a un aborto clandestino –generalmente practicado en condiciones insalubres–, que ponen en riesgo su vida.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se practican 25 millones de abortos inseguros, por los que mueren cerca de 50 mil mujeres y 5 millones quedan con alguna incapacidad. Hay que subrayar que esta práctica es la cuarta causa de muerte materna en el planeta.

Lo que es evidente –y así lo han manifestado diversos políticos y analistas estadunidenses–, es que la medida avalada por la Corte tiene un fondo político e ideológico, debido a que están próximas las elecciones intermedias de noviembre, en las cuales los demócratas podrían llegar a perder el control del Congreso.

Al consumarse la sentencia histórica, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró que la decisión de la Corte Suprema fue un “error trágico" y el resultado de una "ideología extremista". Para el expresidente republicano, Donald Trump, la anulación del derecho al aborto obedece a “la voluntad de Dios”, mientras que el exmandatario demócrata, Barack Obama, señaló que esta medida es un capricho de políticos e ideólogos.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, advirtió ciertamente que, con esta sentencia, los republicanos radicales avanzan con su cruzada para criminalizar la libertad reproductiva.

Amnistía Internacional señaló que el aborto es un derecho humano, pero las leyes para permitirlo varían drásticamente en todo el mundo. En algunos países se permite por decisión personal; en otros, se acepta bajo ciertas circunstancias, en casos de violación y malformaciones del feto. Y en muchos otros, la interrupción del embarazo es totalmente ilegal.

Por esos motivos, no se descarta que, con el tiempo, México se convierta en uno de los principales destinos para las mujeres estadounidenses que busquen interrumpir su embarazo de manera segura.

En nuestro país ocho estados han despenalizado el aborto. La Ciudad de México fue el primero, en 2007, con un límite gestacional de hasta 12 semanas. La decisión fue un parteaguas en favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mexicanas, porque les dio el poder de decidir sobre sus propios cuerpos.

En septiembre de 2021, La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucionales las leyes estatales que criminalizan el aborto y en mayo de este año declaró constitucional una norma que consagra el derecho a abortar, sin el permiso de sus padres, a las menores de 12 a 17 años que han sido víctimas de violación. Con este fallo, ninguna niña o adolescente podrá ser obligada a ser madre, tanto por el Estado, sus padres o tutores.

Pese a ello, en 2021 se registraron 6 mil 700 muertes relacionadas con abortos inseguros, y durante la primera etapa de la pandemia, los embarazos no planeados se elevaron 30 por ciento.

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalan que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en embarazos en adolescentes entre las naciones que integran este organismo, con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad. De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Población (CONAPO), el 23 por ciento de los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y 19 años de edad.

Por ello, expertos en salud reproductiva, señalan la importancia de brindar información de calidad a los jóvenes para una vida sexual plena y responsable, además de acceso a los métodos de planificación familiar.

Hay que dejar muy claro que la despenalización del aborto debe entenderse a nivel global como un acto de justicia social para todas las mujeres, el cual les otorga el derecho de decidir libre y responsablemente sobre su salud sexual y reproductiva. De ahí la validez del llamado de alerta hecho por la presidenta de la Cámara de Representantes de EU, Nancy Pelosi, para luchar contra su criminalización.

Exdiputada federal, asesora de la AC Impulsa y colaboradora del STUNAM