El 20 de enero marcó el inicio del segundo periodo presidencial de Donald Trump en Estados Unidos, un evento que generó fuertes expectativas en el mercado cambiario. Analistas advirtieron que el tipo de cambio peso-dólar podría superar los 21 pesos, dependiendo en gran medida de las primeras propuestas del mandatario.
El viernes previo a la toma de posesión, el dólar se cotizó en 20.79 pesos, con un rango fluctuante entre 20.37 y 20.93 pesos. Los mercados financieros mostraron un ánimo pesimista, anticipando movimientos hacia niveles superiores en las próximas jornadas.
El mercado cambiario enfrenta un alto grado de incertidumbre ante los posibles anuncios de Donald Trump. Se especula que existen cerca de 100 órdenes ejecutivas listas para su implementación, enfocadas en temas sensibles como migración, aranceles, narcotráfico y políticas energéticas.
En el ámbito arancelario, algunos expertos consideran que las medidas podrían implementarse de forma gradual para minimizar el impacto inflacionario. Esta estrategia estaría en línea con las posturas expresadas por Scott Bessent, nominado al Departamento del Tesoro, y otros miembros clave del gabinete presidencial.
A diferencia de su primera gestión, donde las acciones iniciales se dirigieron a China, esta vez Trump parece centrarse en migración, seguridad y el déficit comercial. Estas prioridades podrían traducirse en medidas como deportaciones masivas, sanciones económicas y proteccionismo, incluso afectando a socios históricos como Canadá.
Si los aranceles propuestos se confirman, es probable que se incrementen gradualmente. Un arancel del 5% sobre productos mexicanos podría llevar el tipo de cambio a 21.50 pesos por dólar, mientras aranceles superiores al 10% podrían elevarlo a 22 pesos, afectando tanto las exportaciones como la inversión extranjera directa y precipitando una recesión en México.
Es poco probable que Estados Unidos aplique aranceles a todos los productos provenientes de México, debido a las complejidades del comercio bilateral. Muchos bienes cruzan la frontera varias veces antes de ser terminados, lo que complica una implementación total de estas políticas.
Además de las políticas de Trump, el peso también podría verse presionado por decisiones externas. Se espera que el Banco de Japón aumente su tasa de interés el 23 de enero, impulsado por perspectivas salariales positivas. Esta medida fortalecería al yen, afectando indirectamente a monedas como el peso mexicano.
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