Mucho hemos hablado del impacto que ha tenido el Covid-19 en nuestras vidas, obligándonos a adaptar nuestro comportamiento y manera de trabajar; sin embargo, en las áreas de oportunidad de la contingencia está la amplia oferta de capacitación de todos los sectores en que se ha llevado a cabo.
En el ámbito electoral la batuta de la capacitación ha llevado a la Escuela Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dirigida por la doctora Gabriela Ruvalcaba García, desde el inicio de la pandemia en nuestro país, a realizar eventos académicos y formativos enfocados a la generación de contenidos para las personas profesionistas del derecho y la impartición de justicia electoral.
Estos eventos han generado espacios de debate y reflexión sobre los temas más relevantes en la materia, paridad de género, impartición de justicia y participación ciudadana, entre otros, brindando nuevos contenidos y visiones sobre el futuro de nuestra democracia.
Valdría la pena analizar la posibilidad de crear un cuerpo educativo en la Ciudad de México enfocado en la capacitación, teniendo como base la normativa electoral y los diferentes mecanismos de participación ciudadana que han resultado ejemplo a nivel nacional.
Uno de los grandes retos del ámbito electoral es la formación de cuadros y la preparación de personas profesionales de la materia, que en el corto y mediano plazo logren contribuir a la eficiencia del sistema electoral con el apoyo de órganos autónomos, organizaciones de la sociedad civil y la academia.
Mediante la profesionalización de la materia electoral, se abonaría al desarrollo de las personas servidoras públicas de la ciudad, así como a la formación de nuevas generaciones para impactar positivamente el impulso de su cultura cívico-democrática.
La participación de todos los sectores de nuestra sociedad enfocados o interesados en la materia electoral permitirá también la generación de múltiples contenidos que atiendan la diversidad cultural que rige nuestra ciudad, lo que sin duda alentará el debate y la proposición de ideas que fortalezcan a las comunidades de las que somos parte.
Aprovechar esta oportunidad colocaría en la vanguardia a la CDMX y reforzaría su posición en el desarrollo de herramientas para el mejoramiento del sistema democrático.
Finalmente, estoy convencida de que con el trabajo conjunto entre autoridades, academia y sociedad se construyen bases sólidas para el mejoramiento de nuestras condiciones democráticas. No podemos detener el desarrollo del ámbito electoral, la ciudadanía exige mejores autoridades, más profesionales e innovadoras en la generación de estrategias para la ejecución y garantía de los derechos político-electorales, así como del acceso pleno a la justicia electoral. Los sucesos actuales del mundo deben ser vistos, para tales efectos, como un área de oportunidad de la que al final aprendimos ideas prácticas para el día a día.