Columnas
La nulidad de proyectos de la oposición tiene razones de peso para que no acaben de surgir, cualquier idea l tener una asociación con el pasado, se nulifica ante su desastroso resultado.
La derecha está entramparla entre su pasado y el desconocimiento del presente. Los conceptos tradicionales de estos grupos son lastres que les impiden actualizar su proyecto político y se estancan en prioridades medievales que para nadie son novedad.
En este panorama, la defensa de la vida que no es otra cosa que la guerra al aborto, la protección de la familia, o sea el fortalecimiento de la disfuncionalidad en el núcleo de la sociedad,
Nada de lo que propine la derecha puede ser tomado en cuenta en una sociedad que se transforma todos los días, se trata de una minoría que puede preverse todas sus ideas y adivinarse sus propuestas.
La derecha siempre ha sido previsible, de tal manera que resulta complejo mantener un diálogo constructivo con sus miembros porque regresan al pasado todo el tiempo. Por ejemplo, el PAN llora todavía por el Seguro Popular, las guarderías a consignación, las escuelas de tiempo completo, los refugios de mujeres, etc, todo eso ya fue superado con creces pero no se dan cuenta
Cada una de la ideas que resurgen de esta oposición tiene rasgos del pasado, están conscientes de esto y no se atreven a dar a conocer sus proyectos porque saben que quedarían en ridículo, sólo quienes no tienen esa cualidad de ser objeto de burla, se atreven a proponer cambiarle el nombre a México.
Para no entramparse con los tiempos que se les van de las manos deben ser estridentes, delirantes, así, culpan a los funcionarios y ex funcionarios del gobierno de todos los problemas del país, siendo ellos quienes los iniciaron desde la multiplicación de los pobres hasta el auge del narcotráfico, las causas provienen del PRIAN y sus nexos con la delincuencia, ahora son ellos los que culpan del pasado de la violencia, cuando tienen a un secretario de seguridad con vínculos con el narcotráfico comprobados.
Cada vez tiene menos qué decir la oposición, carente de lógica y con un discurso que al día siguiente se cae. Ni siquiera logra entender su propio pasado, menos aún un presente que le parece muy complejo porque no se explica que pueda haber gobierno para servir, o que los pobres tengan decisión sobre el futuro, Su discurso es un acertijo prácticamente esotérico y anacrónico, que les resulta más fácil preparar un golpe de Estado, que tomar un libro elemental de política.
Formada en el pragmatismo, con intereses de clase muy claros, la derecha en México ha dejado de representar lo mexicano, incluso a los de derecha ya no los representa ni al PRIAN, ni a MC.